No es ninguna novedad decir que el fútbol, y el deporte en general, constituye un ambiente en el que el patriarcado se mueve a gusto ... . Como tampoco lo es que, con la ayuda de los medios de comunicación, la participación femenina en el deporte se sexualice al máximo, sacando tajada gráfica de los equipamientos, más pensados para estimular la líbido que para la comodidad de las deportistas.
Publicidad
Por eso no es de extrañar lo que se ha visto en el partido del RCD Mallorca y el FC Barcelona hace nos días. La nueva zona VIP del estadio Son Moix se ha externalizado a una empresa, de nombre Presuntuoso ShowRestaurant, que promete al público otros «alicientes» además del propio fútbol como la «variedad gourmet y la música». Pero según se hizo eco Eldiario.es, lo adornó con «gogós», esto es, mujeres jóvenes con poca ropa, moviendo el culo y ciñéndose los pechos, aunque la empresa dice que son «bailarinas».
Decía el diario que las imágenes que un seguidor colgó en su red social «denunciando» el «casposo» espectáculo habían indignado a otros tantos. Es la prueba de que algunas cosas han ido cambiando y que el machismo más recalcitrante chirría entre buena parte de la población masculina.
Resulta interesante, no obstante, darse cuenta de que las gogós no estaban en medio del estadio sino en la zona VIP, en ese espacio restringido y destinado a determinadas personas, a las elegidas porque pueden pagarla o, lo más probable, que tengan algo por lo que ser invitadas. Es decir, el empresario que las contrató cree que ese es el tipo de espectáculos y de «experiencia» es lo que agrada a clientes de alto poder adquisitivo y políticos que van a hacer negocio a la zona VIPde los clubes deportivos. Y eso dice muchísimo de todo lo que sucede en la sociedad.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión