Sí, pero no del todo. Se van Román Rodríguez y Carmelo Ramírez... pero en realidad solo lo hacen en cuanto a sus cargos de número ... uno y dos de Nueva Canarias, respectivamente. Porque seguir, siguen de hecho en la estructura directiva del partido. Y al frente del mismo quedan Luis Campos, como secretario general, y Carmen Hernández en calidad de vicesecretaria. Es relevante tanto la primero como lo segundo. En cuanto a lo de Román Rodríguez y Carmelo Ramírez, se esperaba un adiós orgánico en toda regla, aunque se diese por hecho que seguirían como asesores áulicos. Pero este 'sí, pero no tanto, por el que han apostado acaba dando la razón a quienes se marcharon de NC reclamando renovación o quienes se salieron del Frente Amplio por lo mismo. En cuanto a Campos y Hernández, fueron ellos los interlocutores con Teodoro Sosa y Óscar Hernández para evitar la fractura que finalmente se produjo. De manera que cuesta creer que con sus nuevos cargos sea más fácil una reconciliación. En cuanto a las ausencias en el congreso, la más llamativa, aunque ya se sabía, fue la del presidente del Cabildo, Antonio Morales. Queriendo o sin quererlo, sobre él gravitan ahora muchas de las miradas en el nacionalismo grancanario.
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De 'resort' al gueto del hambre. Hasta el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este domingo que la situación en Gaza es de «desastre humanitario». Lo que cabe preguntarse es qué ha hecho para evitarlo, sobre todo si tenemos en cuenta que en su día aplaudió aquel montaje audiovisual hecho con inteligencia artificial que presentaba Gaza como una especie de gigantesco 'resort' vacacional de lujo. Pues sobre esa imagen idílica hay ahora hombres, mujeres y niños que mueren literalmente de hambre ante el estrepitoso fracaso de la diplomacia mundial, que habla mucho y hace poco o nada para frenar a Israel.
Pinchazo en La Isleta. Fracaso de asistencia en la concentración de este domingo contra la inmigración. Y fracaso de Vox al intentar canalizar el malestar de una parte de la ciudadanía. Había preocupación en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado por lo que pudiera ocurrir, en especial cuando algunos medios de comunicación peninsulares se encargaron de presentar la capital grancanaria como una versión aumentada de Torre Pacheco. Algún día habrá que repensar el papel de los medios en este tipo de fenómenos extremos, porque si se cambia la responsabilidad por la gasolina mediática, es fácil que se produzca un incendio social.
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