Se apaga 'Sálvame'... y ya hay convocada una concentración a las puertas de Telecinco para reclamar su continuidad. Es la prueba del algodón de que ... la cadena había creado una especie de monstruo que iba a terminar devorándola, de manera que optó por sacar la guillotina.
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No me incluyo entre los que denostan determinados contenidos o los tildan de 'telebasura'. Tiene que haber de todo, pero también creo que es obligado preguntarse por qué algunas cosas captan la atención mayoritaria. El problema no está tanto en lo que se ofrece como en la respuesta colectiva y ahí es donde entiendo que habría que poner el foco. Es como lo del morbo ante una noticia de sucesos: ¿reside ese morbo en quien la cuenta o en el que se zambulle en su lectura y, ya puestos, acaba echando de menos que no haya fotos más explícitas de lo que sucedió?
Dicen ahora que 'Sálvame' traspasó varias líneas rojas... Me muero de la risa. Lo dirán los que nunca encendieron la tele y sintonizaron la cadena, porque 'Sálvame' ha vivido más allá de las líneas rojas. Instaló su campamento en la tierra de la barbarie y allí terminó por impartir un máster. Y no vale escudarse en que el programa entró en una deriva inaceptable cuando, además, desembarcó en la opinión política: ¿qué pasa, que en las teles privadas solo se puede opinar de asuntos públicos en la franja matinal y los espectadores de la tarde o de la noche del fin de semana son corderos que no entienden de siglas políticas? Un 'poquito de por favor'... que llevamos cuarenta años de democracia y este pueblo es adulto...
Probablemente el fin de 'Sálvame' sea una cuestión de agotamiento del modelo y una solución de la cadena ante un problema sistémico, como es la pérdida de audiencia. Y si es por ello, el error estriba en haber articulado una oferta televisiva que hizo de los contenidos de 'Sálvame' el cemento que unía todos los programas, desde la primera hora de la mañana hasta la teletienda nocturna (presentada, para más inri, por tertulianos de 'Sálvame').
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Dicen que ahora Telecinco quiere hacer una tele más familiar y de nuevo me parto de la risa: ¿es que los Pantoja, los Carrasco, los borbones y los Thyssen no son familias? Sospecho que es tal el lío que hay en Mediaset que les llevará un tiempo acertar con la receta ante un problema que crearon ellos mismos. En todo caso, no seré yo quien vaya al funeral de 'Sálvame', pero sí que me pregunto qué hará ahora una audiencia a la que durante años dieron un producto tan tóxico como adictivo.
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