A la espera de ver qué da de sí el primer encuentro entre el PSOE y Junts en Suiza con mediadores a modo de juez ... de paz, el líder del partido independentista catalán -y figura clave en el arranque de la legislatura- ha amenazado a los socialistas con sumar sus votos a una hipotética moción de censura para hacer presidente a Alberto Núñez Feijóo.
Publicidad
Tener la certeza de qué se le pasa por la cabeza a Puigdemont es casi imposible pero es evidente que hay bastante de burdo farol de partida de cartas en el asunto. Seamos sinceros:el PSOE está en manos de Puigdemont, pero también el prófugo lo está en las de los socialistas, de manera que son rehenes recíprocos y ambos se necesitan. Al menos por ahora. Puigdemont tiene que sostener a Pedro Sánchez en Moncloa al menos hasta que se apruebe la ley de amnistía y tenga la garantía de que no se la tumben el Constitucional o la Justicia Europea.
Respecto a la censura, un par de aclaraciones:1) Junts no tiene diputados suficientes para presentarla en el Congreso y 2) para que triunfe la censura, no solo precisaría del apoyo del PP, sino también de Vox, de manera que cabe preguntarse si el partido de Abascal estaría dispuesto a desdecirse y sumarse a una operación con una formación política a que literalmente quiere ilegalizar.
Estamos, por tanto, ante fuegos de artificio, si bien insisto en que Puigdemont es una caja de sorpresas que lo mismo un día se levanta y decide dejar en la cuneta a los suyos que también esperan ser amnistiados. A fin de cuentas, ya estamos viendo que él cuenta con una caja de resistencia que le permite vivir holgadamente en Bélgica.
Publicidad
Coincidiendo con esa advertencia del líder de Junts, el PNV ha hecho un movimiento llamativo: sin mayores miramientos, ha dado por amortizado a Urkullu y en su lugar pone como candidato a lehendakari a Pradales, desconocido fuera del País Vasco. Todo ello cuando las encuestas apuntan a una posible victoria de Bildu en las elecciones autonómicas, pero sin mayoría absoluta, de manera que el PSOE podría verse en la tesitura de tener que decidir a quién da la presidencia, salvo que Bildu y PNV decidan formar un Gobierno de coalición. Esas incógnitas, con diferentes variables en la ecuación, también convierten a PNV y Bildu en rehenes coyunturales del PSOE, al igual que los socialistas lo son de los nacionalistas vascos en sus dos versiones.
Resumiendo:Pedro Sánchez, Puigdemont, PNV y Bildu son aliados que se necesitan en las dos direcciones... al menos por ahora.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión