Inmigración, solidaridad y financiación. El pasado día 1 llegaron a las islas de Formentera y Cabrera 81 inmigrantes en cinco pateras. Todas partieron del ... norte de África y sus ocupantes fueron atendidos a pie de playa por personal sanitario, ONG y fuerzas y cuerpos de seguridad. Si ese flujo se repite varios días, Formentera y Cabrera se verán desbordadas, pues no cuentan con una red de atención para el fenómeno migratorio. No se trata de desear un problema a terceros, pero si así sucediera, seguro que se hablaría de la necesidad de una respuesta solidaria y de que esas islas no pueden por sí solas resolver algo que, a fin de cuentas, es un asunto de Estado. Más aún: es materia de la Unión Europea, pues los migrantes llegan a la UE desde el momento en que España es miembro de ese 'club'. Formentera y Cabrera están viviendo lo mismo que El Hierro, que a su vez encara lo que ya sucedió en su día en Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife... en fin, todo el archipiélago caso sin excepción. Irrita bastante que este archipiélago siga esperando por una respuesta solidaria y que en estos días se hable tanto de 'solidaridad' a cuenta del modelo de financiación para Cataluña que pactaron los socialistas y ERC. Para repartir los dineros se ve que todos quieren estar presentes y asegurare su cuota, pero para demostrar con hechos que hay solidaridad interterritorial en algo tan fundamental como los derechos humanos, todo son excusas y posiciones de perfil.
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Isabella Rosellini, por estos lares. Se encuentra en Gran Canaria la actriz Isabella Rosellini, que está de gira con el montaje teatral 'La sonrisa de Darwin'. Hubo un tiempo en que medio mundo se enamoró de Rosellini, una actriz y modelo marcada, seguramente a su pesar, por la leyenda de sus padres. Él, el director de cine italiano Roberto Rosellini, y ella la actriz Ingrid Bergman, una pareja cuyo romance provocó en su día una tormenta mediática alimentada por el conservadurismo y el sensacionalismo de una parte de la prensa. En 1986 -que ha llovido desde entonces- Isabella Rosellini subió a lo más alto de la popularidad con su personaje en 'Terciopelo azul', dirigida por David Lynch. Si turbia y desasosegante era la película, más aún su personaje, que ensombrecía al resto del elenco. No consiguió repetir un éxito como aquel y luego se consolidó como un icono de la moda y de la publicidad. Ahora sale a cuentagotas de una vida cómoda para espectáculos teatrales como el que llega al Pérez Galdós este sábado.
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