A Ángel Víctor Torres lo van a acabar confundiendo con unas siglas. Como ahora lo que se lleva son las campañas electorales centradas en las ... personas, los socialistas han llegado a la conclusión de que su mejor baza electoral es el presidente y candidato a la reelección, de manera que toda la estrategia de búsqueda de voto reside en torno al candidato.
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La memoria es frágil y tendemos a quedarnos con el último minuto, de manera que no está de más recordar que Torres no lo tuvo fácil para ser el secretario general de los socialistas y el candidato. Lo consiguió gracias a una especie de acuerdo con los barones insulares que pasaba por dejar que estos se gobernasen en sus respectivas islas como quisieran. De esos polvos vinieron algunos lodos, como lo visto en el episodio ganadero del caso Mediador... Y también conviene recordar que hubo algunos barones que en aquel momento pensaron que Torres no era la mejor opción posible, y sobre todo que no parecía una opción ganadora, pero pronto descubrieron su error.
Ya desde su discurso de investidura y de sus palabras en la toma de posesión de los consejeros, esos dirigentes socialistas comenzaron a ver que si había madera de líder. A su manera, pero líder. Después vino el catálogo de desdichas de una legislatura en la que todo parecía torcerse, pero donde, para sorpresa de propios y extraños, el Gobierno se mantuvo cohesionado. Es más:hubo crisis y cambios de consejeros, pero siempre en las filas socialistas. Yahí se consolidó la imagen de un Torres resistente cual pino canario al fuego, un presidente que hizo bueno eso de ser el alcalde de todos los canarios.
Con esos ingredientes, nadie le discutió volver a ser candidato. Pero otra cosa es que en el partido haya habido algo de dejación de funciones interna en estos años, y sobre todo en el tramo final de la legislatura, porque lo fían todo al aspirante a la reelección. Así las cosas, Torres no solo tiene que pelear contra el resto de aspirantes de otros partidos, sino que tiene que hacer de escudo que amortigüe el evidente desgaste del PSOE nacional por los errores de Pedro Sánchez y su Gobierno y, por si fuera poco, los suyos esperan que tire del carro de los candidatos a presidentes de los siete cabildos y de quienes se presentan para ser alcaldes. Sobra decir que estamos hablando de un trabajo hercúleo, porque una cosa es ser padre de una candidatura y otra diferente que te nazcan cien mil hijos que te miran reclamando la propina y que los saques a pasear.
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