La princesa Leonor se irá a estudiar Bachillerato Internacional a Gales. La noticia podía haber pasado por una más del día de ayer si no fuera por el lío montado a cuenta del rótulo puesto en Televisión Española al asunto, en el que se podía leer una coletilla cargada evidentemente de intencionalidad. Así, a la noticia de que la hija mayor de los reyes se va al extranjero, se añadió: «Como su abuelo».
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El escándalo quedó servido y se agigantó con la decisión de RTVE de destituir a los responsables, a lo que reaccionaron desde el flanco conservador identificando lo ocurrido como parte de una estrategia del ente público para laminar a la monarquía, mientras que desde Podemos y algunos partidos nacionalistas lo que se defendía es a quien puso el rotulito de marras. Si este fuera un país con un debate político más civilizado, sería fácil concluir que la broma del «como su abuelo» estaba fuera de lugar. Se puede hacer el chiste en el ámbito privado e incluso en un escenario, pero en un espacio informativo no ha lugar. Y esas meteduras de pata tienen nombre y apellidos, pues son fruto de la acción humana, de manera que resulta exagerado pensar que hubo una estrategia de antimonárquicos atrincherados en RTVE que aprovecharon el momento. Añado a esto una reflexión: si el rótulo en cuestión lo vemos en el programa de La 2 'Cachitos' en un especial navideño, nos hartamos de reír... pero si lo vemos por la mañana en un espacio informativo nos ponemos todos serios.
Dicho lo anterior, me quedo sobre todo con el hecho de que se elija un destino extranjero para la formación de la heredera al trono español. ¿Es necesario? Pues según se quiera mirar pero en todo caso es una experiencia enriquecedora para la persona. Y vale igual si es para una princesa o para un contribuyente sin tratamiento de excelencia; lo único que los diferencia en esto es si se lo pueden pagar o no. Si un día Leonor se convierte en reina, me gustaría que fuera una persona con experiencia en lo que supone vivir fuera de su país, pero también que se lo haya pateado del derecho y del revés, y esto último creo que es todavía una asignatura pendiente.
Dicho lo anterior, no viene mal que hayan elegido Gales. Estamos hablando de una nación integrada en el Reino Unido, con lengua propia y una tradición identitaria que ha crecido mucho en los últimos años. Y donde hay pueblecitos donde se pueden ver las banderas de las naciones europeas que aspiran a su reconocimiento como tal.
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