Debate en el Senado

Del director ·

Sánchez llega al encuentro de este martes con las encuestas en contra

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 5 de septiembre 2022, 23:31

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se verán las caras hoy en el pleno del Senado. Ellos y el resto de representantes de las fuerzas políticas con presencia en una cámara legislativa que habitualmente pasa desapercibida.

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Entre las cosas positivas que trae la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la política nacional sobresale el hecho de que sirve para reencontrarnos con el Senado. De hecho, para recordar que está ahí, que sirve para algo y que su papel está recogido en la Constitución igual que el del Congreso de los Diputados.

En su momento los constituyentes optaron por un modelo bicameral que pretendía dar relevancia al Senado como espacio de discusión territorial. Para ello, además, se incorporó la figura del senador de representación autonómica, lo que hace que la correlación de fuerzas en esa cámara no sea siempre la misma que en el Congreso. Solo ese hecho ya es de por sí positivo, por cuanto obliga a que haya diálogo, a que los partidos hablen, a que se vean forzados a encontrar consensos... porque se supone que de eso va la política.

El debate de hoy no es formalmente un cara a cara pero acabará siendo visto como tal. La dinámica del reglamento siempre da ventaja al gobernante pero será interesante ver qué propone el presidente del PP, porque de eso va también ser líder de un partido que hace oposición pero aspira a gobernar: es muy necesario fiscalizar al que tiene el poder ejecutivo y criticarlo cuando así se considera, pero la responsabilidad de Estado obliga proponer, plantear y enriquecer ese debate con alternativas. La crítica constructiva es lo que se espera de quien aspira a gobernar; la simplemente destructiva está bien para partidos que, desde el minuto uno, asumen que nunca se verán sentados en un Consejo de Ministros, un Consejo de Gobierno o la junta de gobierno municipal.

Sánchez llega al encuentro de este martes con las encuestas en contra y con la economía también en contra. Es verdad que la inflación, el alto precio del gas y las sombrías perspectivas del otoño y el invierno no son responsabilidad suya, pero la historia enseña que cuando pintan bastos para el bolsillo, la factura política la paga el gobernante. Sea del partido que sea. Por eso mismo, Sánchez está obligada a subir a la tribuna para tratar de cambiar el sentido de la ola. Núñez Feijóo, por contra, ve cómo ese tsunami internacional teóricamente le favorece, pero es una ventaja cortoplacista: cuanto peor le vaya al país, peor le irá también a quien aspira a gobernarlo porque mayores serán los sacrificios que tendrá que reclamar.

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