Desde mi sofá

Las carga el diablo

Desde mi sofá ·

Los partidos elaboran sus listas según las imposiciones y los polgustos de 'las familias internas', así después pasa lo que pasa, como en el caso Mediador

Del huracán de noticias cutres, casposas, delictivas y todas deleznables que vamos conociendo cada día de la trama del caso Mediador se pueden sacar múltiples conclusiones. Entre las que se refieren a cuestiones exclusivamente políticas hay una lección que sería ideal –pero no real ni posible– que hayan aprendido las distintas fuerzas políticas de este país.

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Consiste en asumir que las listas electorales las carga el diablo. Pergeñar las mismas con el único criterio de contentar a las distintas 'familias' que configuran el ecosistema interno de la fuerza política en cuestión conlleva, en muchos casos, abrir las puertas de par en par a mastuerzos.

'Venden' lo contrario, pero lo cierto es que no se tienen en cuenta criterios como la formación, la ética y la moralidad en el trabajo realizado con anterioridad –en algunos casos es inexistente porque nunca han trabajado ni en lo público ni en el sector privado–, o un mínimo conocimiento sobre el funcionamiento de la Administración y lo que conlleva la gestión del dinero público.

La política de castas internas y contentar a las viejas y nuevas 'glorias' que mueven los hilos del partido genera un terreno abonado para que emerjan tipos como el 'Tito Berni' o su sobrinito, entre otros.

En la lectura de las listas electorales nos solemos quedar en los que las encabezan. Pero los 'monstruos' suelen ir un poquito más atrás. Agazapados y listos para, si no entran en el grupo de gobierno al que aspira su lista, 'la familia' que les apoye les busque echadero en otra administración. Lo que se transforma en un billete para vivir la vida loca...

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