De Arguineguín a Ceuta

No hay como una derrota electoral para que cambien las sensibilidades políticas. Y no hay como que un problema tenga lugar a pocos kilómetros de la península para que también la forma de reaccionar sea diferente... Evidentemente, me refiero a cómo se ha movilizado el Gobierno de Pedro Sánchez a cuenta de lo que está pasando en Ceuta. Y evidentemente no queda otra que hacer memoria y recordar cómo fue la reacción ante la última crisis migratoria en Canarias, mayormente porque estamos aquí, segundo porque no hace tanto y tercero porque las diferencias entre lo que pasó entonces y lo que estamos viendo ahora son siderales.

No se trata de quitar gravedad a lo que sucede en Ceuta. Es evidente que no hay territorio con capacidad para asumir de la noche a la mañana la llegada de miles de personas, como también es incuestionable que hay un condicionante que aumenta todavía más la preocupación:ocurre porque Marruecos ha decidido mirar para otro lado. Eso sí, para mañana queda la reflexión sobre qué ha pasado entres Rabat y Madrid, las señales nada encriptadas de que la política exterior marroquí había dado un giro importante y la sordera -y también la torpeza- del Gobierno español, que pensó que el problema se resolvía mirando para otro lado, no haciendo caso a lo que decían desde Exteriores de Marruecos y dejando, en suma, que lo que ayer era una infección hoy sea una gangrena.

Pero vayamos hoy a las reacciones: desde el minuto uno, el Ejército acudió a Ceuta a echar una mano. Se le agradece a la ministra Margarita Robles que tuviese una sensibilidad y unas dotes de mando que no se vieron en Canarias. Aquí fue todo lo contrario: se resistió durante meses a que el Ejército fuese parte de la solución y eso fue lo que provocó aquel campamento de la vergüenza en Arguineguín. ¿Y qué decir de Moncloa? Pues ya lo vemos:Sánchez suspende un viaje a París, Sánchez comprece ante la prensa, Sánchez se desplaza a Ceuta y Melilla... Todavía lo estamos esperando en Arguineguín, en Las Raíces, en La Isleta, en Órzola, en Fuerteventura, en El Hierro... por no hablar de la insensibilidad ministerial cuando ha habido una tragedia y las víctimas mortales se han acumulado en los furgones de las funerarias y en los institutos de medicina legal.

Con lo de Ceuta solo nos queda ya que Sánchez y compañía declaren la guerra a Marruecos, vayan a Toledo, rescaten del Museo del Ejército los trajes de la batalla de Annual e intenten así recuperar los votos perdidos. Porque esa fue la estrategia de los gobernantes de antaño...