La ayuda humanitaria entra en Gaza

Emiratos Árabes Unidos han confirmado la movilización de convoyes en el sur, hacia el paso de Rafah. La ONU se ha coordinado también con sus equipos sobre el terreno, que «harán todo lo que podamos para llegar a tantas personas hambrientas como podamos en estas pausas», ha declarado en un mensaje en X.

El ejército de Israel ha anunciado que hará «pausas humanitarias» en tres zonas de Gaza a diario y «hasta nuevo aviso». Cada una de ellas durará diez horas para facilitar la logística en Gaza City, Deir al Balah y Al Mawasi, los tres principales campamentos donde se hacinan más de 1,5 millones de civiles. No obstante, las primeras horas del nuevo plan también se han teñido de sangre. Al menos siete personas han muerto por disparos del ejército mientras aguardaban la llegada de comida.

Las Fuerzas de Defensa señalan que, con este operativo, se busca «incrementar la ayuda que entra en el enclave». Esta pasada madrugada, la fuerza aérea también realizó varios lanzamientos desde aviones en paracaídas de suministros básicos. Para llegar a este momento de apertura del Gobierno israelí ha sido necesaria una potente presión internacional. Unos cuarenta países se han dirigido directamente al Ejecutivo hebreo, bien mediante comunicados colectivos o con mensajes directos, desde el miércoles para instarle a detener la catástrofe humanitaria en la Franja. La ONU y la Unión Europea también han denunciado la »horrorosa« situación de la población gazatí, en la que se han producido más de un centenar de muertes por inanición sólo en cuatro días.

Las pausas abarcarán desde las 10.00 horas hasta las 20.00 horas en los tres enclaves designados por el ejército. Las Fuerzas de Defensa lo han anunciado como ceses muy restringidos, pero algunas fuentes consideran que podría darse un alto el fuego más amplio que permitiría a Israel rebajar la presión internacional, pero sin reconocer cesión militar alguna. Las pausas tienen una implicación superior ya que Der al Balah, Al Mawasi y Gaza City pasan a convertirse en zonas de exclusión en las que los militares, teóricamente, no podrían combatir contra Hamás durante el día. Los tres enclaves suman el 25% del territorio de Gaza y concentran a la mayoría de sus habitantes.

Aunque el ejército sigue operando y domina el resto de la Franja, medios como 'The Jerusalem Post' señalan que este cambio de estrategia recuerda a la tregua establecida entre Israel y Hamás desde enero hasta marzo. Solo que en este momento no hay negociación en curso y las perspectivas de un alto el fuego son mínimas después de que EE UU y el Gobierno israelí abandonaran la mesa de negociación esta misma semana.

Las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron esta madrugada el lanzamiento de ayuda humanitaria sobre Gaza desde aviones, según confirmaron en un comunicado largamente esperado en la Franja para aliviar la crítica situación de sus habitantes. El ejército añade, en el mensaje, que se abrirán también nuevas rutas terrestres para los numerosos camiones cargados de alimentos y material médico que aguardan desde hace semanas y meses al otro lado de la frontera y que, además, se implementarán «pausas humanitarias» en zonas densamente pobladas.

Miles de civiles escrutaban ayer el cielo en busca de los ansiados paracaídas que sujetan los palés. Un día antes, las autoridades anunciaron el restablecimiento de este tipo de envíos, aunque entre reticencias de la ONU, que los considera insuficientes ante la envergadura de la hambruna. Tel Aviv autorizó que otros países participen en la iniciativa, lo que agradecieron en Jordania y Emiratos Árabes Unidos, cuyos gobiernos se prestaron voluntarios. El ministro de Asuntos Exteriores emiratí, el jeque Abdullah bin Zayed Al Nahyan, anunció en X que su país emprenderá los vuelos de «inmediato». «La situación humanitaria en Gaza ha alcanzado un nivel crítico y sin precedentes». «Nos aseguraremos de que la ayuda esencial llegue a los más necesitados», apostilló.

En Europa, después de una nueva conversación entre los líderes de Francia, Alemania y el Reino Unido, el primer ministro británico anunció que sus aviones están listos para sumarse al reparto. La luz verde de Israel «llega tarde», pero «haremos todo lo posible para que la ayuda llegue a Gaza», prometió Starmer. De ser así, será la primera contribución de un ejército europeo a la logística humanitaria en esta región desde el inicio de la guerra. El canciller alemán, Friedrich Merz, avanzó que los tres gobiernos anunciarán otras medidas en «los próximos días», enfocadas a paliar la «catástrofe» que viven los gazatíes, sin comida, apenas agua y medicamentos o alimentos infantiles.

El ejército hebreo tenía previsto llevar a cabo anoche el primer lanzamiento, consistente en siete palés con harina, azúcar y comida enlatada. Es el inicio de una «serie de acciones» para mejorar la situación de los civiles y «refutar la falsa afirmación de hambruna deliberada en la Franja», puntualizó el comunicado. El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha mantenido esta tesis desde el primer momento, pese a la muerte ya de más de un centenar de civiles por desnutrición en los últimos días, las imágenes de niños famélicos y cadáveres esqueléticos que han dado la vuelta al mundo o el clamor internacional para facilitar viveres. En cualquier caso, casi al mismo tiempo que hacían este anuncio, comandos israelíes abordaban al barco 'Handala' de la Flotilla de la Libertad, cuando se encontraba a unos 150 kilómetros de la costa de Gaza para romper el bloqueo marítimo del páis hebreo al enclave.

Los militares estudiaron por la tarde cómo ejecutar la entrega aérea y la apertura de nuevos «corredores humanitarios para permitir el movimiento seguro de los convoyes de la ONU que entregan alimentos y medicinas a la población». Las Fuerzas de Defensa «están preparadas para implementar pausas humanitarias en zonas densamente pobladas y continuarán operando para desmantelar la infraestructura terrorista y eliminar a los terroristas en las áreas de actividad», subraya el comunicado.

El lanzamiento exige unas condiciones de seguridad especiales que la fuerza aérea ha tenido en cuenta ahora para prevenir accidentes que empeoren el escenario. En las anteriores ocasiones en que usó este método al menos cinco personas murieron aplastadas por las cargas al averiarse el sistema de apertura de los paracaídas. La ONU, por su parte, consideró ayer que este tipo de maniobras suponen únicamente una «distracción» que «no revertirá la hambruna» y exigió autorización para que entren de golpe 6.000 camiones con suministros.

La situación roza la hecatombe. El Ministerio de Salud gazatí, en manos de Hamás, lanzó este sábado la voz de alarma de que más de 100.000 niños, incluidos 40.000 bebés, corren el riesgo de morir «en cuestión de días» por desnutrición. El Reino Unido, que se ha comprometido a arrojar alimentos desde aviones, ha señalado que también está dispuesto a rescatar a los más pequeños de la Franja para prestarles asistencia médica.

«Una hambruna causada por el ser humano solo se resuelve con voluntad política», reiteró ayer Naciones Unidas, frente a las acusaciones de los últimos días por parte del Gobierno hebreo de que la logística no ha resultado más eficaz por culpa de la propia agencia internacional. El comunicado del ejército no pudo sustraerse anoche a insinuar esta acusación. Señaló que la responsabilidad de la distribución recae en la ONU y las organizaciones internacionales de ayuda y mostró su confianza en que «mejoren la eficacia de la distribución y garanticen que esta no llegue a Hamás». La ONU y otras asociaciones han desmentido repetidamente la versión oficial y señalado que si no han podido repartir la comida, obedece a la prohibición del Ejecutivo hebreo que no les ha dado los permisos.

Entre la hambruna de los civiles y la ausencia de perspectivas de un alto el fuego, la crisis bélica, lejos de solucionarse, parece empeorar con el paso de la horas. Así, Hamás habría restablecido la orden de asesinar a los rehenes en caso de un acercamiento de los militares israelíes, en respuesta a las declaraciones tanto de Estados Unidos como de Israel de que buscan «opciones alternativas» para hacerlos regresar a casa debido al estancamiento de las negociaciones de paz.

La milicia teme que los dos países preparen una operación conjunta de rescate y ha decidido optar por montar nuevas medidas de seguridad, según el medio árabe 'Asharq Al-Awsat', que recogen los rotativos hebreos. Las medidas que los islamistas vuelven a poner en pie permanecían derogadas desde la primera tregua. Al, parecer, la jefatura de la organización ha ordenado a sus combatientes que vigilen toda actividad que les infunda sospechas alrededor de los lugares donde mantienen presos a los secuestrados y que, incluso, investiguen si hay milicianos o civiles que colaboran con el Mossad o el Shin Bet.