Educación despide al docente de religión gay que se casó
T.A./L.B.
Jueves, 11 de diciembre 2014, 00:00
La Consejería de Educación ha resuelto despedir a Luis Alberto González, el profesor de religión gay casado que hasta el 1 de diciembre daba clases en Lanzarote y al que el Obispado le había retirado la idoneidad para impartir la asignatura, solicitando a la Administración la extinción de su contrato.
La resolución final después de meses de polémica se ha tomado "tras pedir el mismo afectado oficialmente" en noviembre que se le extinga el contrato por causas objetivas, puntualizó este miércoles la viceconsejera de Educación del Gobierno canario, Manuela Armas. El despido por ineptitud sobrevenida del trabajador se argumenta por "la revocación de la declaración de idoneidad eclesiástica" por parte de la diócesis. Recibe una indemnización de veinte días por cada uno de los 16 años que lleva como docente, una resolución que ha sido bien acogida por el afectado.
Fue en mayo cuando el Obispado, que en función de los acuerdos Estado-Iglesia tiene potestad para seleccionar los profesores que imparten religión, comunicó a la Consejería que Luis Alberto González no reunía los requisitos de idoneidad, solicitando la extinción de su contrato. El mismo afectado envió en abril una carta al vicario general en la que decía que entendía había dejado de ser idóneo en virtud de su situación personal se había casado con otro hombre, hecho que por obligación moral había comunicado en una carta al obispo. La diócesis comunicó a Educación que retiraba la llamada missio canónica al docente aplicando los artículos 804 y 805 del derecho canónico, que "le da derecho, además de nombrar y aprobar los profesores de religión, a remover o exigir que sean removidos cuando así lo requiera una razón de religión o moral".
La Consejería exigió al Obispado que motivara su petición y abrió un expediente sobre el caso, resuelto por la propia petición de González, que inició el curso dando clases en el IES Las Salinas y la escuela de arte Pancho Lasso, en Arrecife.
El ya exprofesor declaró a este periódico que el anuncio del despido le ha pillado "por sorpresa a estas alturas del curso". "Al no resolverse al principio, pensé que seguiría en el IES", dijo. En una carta abierta tras su despido, Gónzález arremete contra el sistema eclesiástico asegurando que ahora deja atrás el "cerco ideológico y moral de una institución que, desde mi humilde y formada opinión, se empecina en no situarse ni a la altura de los tiempos ni a la altura del Evangelio", indica. "Las autoridades eclesiásticas no están dispuestas a aceptar una relación o un matrimonio homosexual, aunque pretendan sorprendernos con la acogida al gay por compasión" asegura el que fuera sacerdote.
"Con la homosexualidad aplican lo de aborrecer el pecado pero acoger al pecador, y reto a cualquier obispo a que me desdiga", añade.
"Ahora lo tomaremos con calma, pero nuestro futuro estará o en Tenerife de donde soy originario, o en Alemania, que es la tierra de mi marido", explica González. De su labor como docente durante 16 años dice quedarse con la satisfacción de haber ofrecido "un conocimiento sólido, crítico y a la vez respetuoso y tolerante, sobre el hecho religioso".