Panela, auténtica comida colombiana hecha con el corazón

Nada más poner un pie dentro de este encantador local podrá sentir que ha cruzado cualquiera de las fronteras limítrofes para entrar en la mismísima Colombia. Un ambiente único, donde los colores explotan en preciosos y alegres murales, a los que no les falta ni un solo detalle, realizados por @Studio87. Palanqueras, colibríes, callejuelas y un sutil neón que le dará la bienvenida más genuina: hágala bien pueda.

La sonrisa de Heidi y la de Milena le acomodarán aún más y no dude en preguntarles por su historia, llena de ilusión, de constancia, de trabajo, de todo eso que hay que hacer para que todo salga tan bien como Panela.

Ambas comenzaron trabajando en la Tasca Galileo y cada día, a Heidi le rondaba la cabeza sacar a la luz todas esas recetas de su madre y de su tía. Trabajo duro, apoyos incondicionales y a su familia volcada con ella así que, entre todos ya pueden decir que Panela es la recompensa cuando se sabe que se puede y se cree en uno mismo.

Todo esto es Panela, además de una carta llena de estimulantes propuestas que despertarán la curiosidad del paladar y de la vista y que, tanto Heidi como Milena le explicarán la procedencia de la región, de la casa, de la cocina y de quien lo preparaba.

No les faltan tampoco platos de fusión con versiones propias de todo lo que han ido probando a lo largo de los años, pero, sin prisas, ellas les contará el porqué de cada cosa.

Por ahora versionan dos sopas, la de tomate a la que le añaden un toque muy italiano y un ramen, plato asiático más que reconocido pero que en Panela lo hacen único porque, el caldo es de puro sancocho colombiano con todas sus carnes, callos y chicharrones. Un plato único y sorprendente.

Cuatro propuestas de entrantes le esperan en la carta, pero hay dos recomendaciones que nadie debería perderse en su primera visita: las empanadas, de harina de maíz y rellenas de carne mechada.

La segunda e imprescindible, el pandebono estilo Panela. El mítico pan de queso, extra tierno y extra delicioso al que ellos le añaden carne mechada con todas sus cositas y más queso. Irresistible. Y la salsita rosa que los acompaña, es única, de Milena y secreta.

Si es amante de la yuca, el tostón de Panela también le espera. Y en cuanto a los ajís, pruébelos todos: el de Heidi, el de la casa y el de la receta original de su tía.

Un vuelve a la vida, esa especie de cóctel colombiano, llenito de pulpo tierno, de mejillones carnosos y de langostinos en su punto, macerados en cítricos. Una explosión de sabores llenos de intesidad y exotismo.

La cazuelita caribeña seguirá llenando de color la estancia, y, una vez más, los explosivos sabores de Colombia se pondrán de manifiesto.

Otras propuestas como las alitas Bichota o el chicharrón al barril, donde encontrará cocina tradicional colombiana de fondo para terminar rematando con las fusiones de la firma propia de la cocina de esta casa: Panela.

Dos son las versiones dulces que completan la propuesta de Panela así que probar ambas, no supondrá ningún esfuerzo, el flan de arequipe o más conocido como dulce de leche y la tarta de queso enriquecida con auténtico maracuyá. Un paraíso solo apto para golosos.

Y atención a la carta de bebidas que se completa con los sabores más genuinos de Colombia, porque no les faltan los refrescos, de uva o de manzana, así como el famoso Pony Malta, pero, si hay algo líquido que hay que probar, esa es la sangría blanca, receta auténtica y autóctona llegada desde el mismísimo Medellín. Deliciosa y refrescante pero también peligrosa y adictiva.

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