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Gastronomía fuera de toda dudas, un servicio impecable capaz de convertir el ambiente, el espacio de barra o la sobremesa en todo un arte. Lugares, todo ellos, donde disfrutar de una charla animada y espontánea que siempre surge de manera natural y la mayoría, epicentro de celebraciones que pasan a formar parte de los recuerdos más entrañables.
Cada uno diferenciado del otro porque cada uno se define por sus propios encantos y si bien, la gastronomía marca el punto de partida, la sobremesa o el durante, suman ese todo que no se ve, que va más allá del mero hecho de disfrutar de la comida o la bebida porque a estos locales, también se acude por su ambiente y su atmósfera que han conseguido crear más allá de modas o tendencias.
25 locales que se definen por lo mismo: el lugar perfecto para estar.
Si bien este local siempre se definió por su excelente gastronomía y producto, tras su reforma han conseguido crear sello propio. Carta, bodega, servicio y ambiente le han valido para ser el renovado espacio de comidas importantes entre semana y de celebraciones significativas prácticamente todos los fines de semana. Sus reservados son, hoy por hoy, uno de los enclaves más demandados para cualquier comida de negocio o como escenario perfecto para quedar bien. Sus sobremesas en la terraza también le han valido para sumar adeptos a su lista de local codiciado. Imprescindible la reserva, siempre.
La cocina de Bueno es el reclamo principal, sin género de dudas pero también es verdad que este local se erige como un pequeño oasis dentro de la capital grancanaria porque, sin salir de ella, su privilegiada ubicación sobre el mar y con vistas desde primera línea al muelle deportivo capitalino son únicas.
Otro dato a tener en cuenta es su público porque no hay experto gastronómico de aquí y de más lejos que no dedique una parada en este restaurante y, si sus mesas y su exclusivo reservado hablaran mucho tendrían que contar porque lo mismo habrán sido testigo de importantes comidas de negocios, de celebraciones memorables y escalas de viajes inolvidables.
3. Restaurante Marisquería Rías Bajas
Desde siempre este local se ha definido por su exclusiva clientela, esa que sabe dónde encontrar la excelencia gastronómica que resulta de la suma entre producto, servicio y ejecución pero es que, además de todo ello, el Rías Bajas y su terraza siguen siendo el lugar perfecto para estar y trabajan cada día para que así siga siendo.
Muchos son los que consideran que Rojano es capaz de hacer magia sin varita. Local al que él entra lo convierte en indispensable para el público y ha conseguido, una vez más en su nutrida y exitosa carrera, que el Bodegón del Pueblo Canario sea punto de encuentro donde todo el que acude se siente en su casa, donde su carta está repleta de propuestas que ya forman parte de la memoria gustativa del comensal y de ese ambiente transversal, porque el Pueblo Canario es ideal para una cena romántica, para encuentros numerosos con familia y amigos, para celebraciones memorables y hasta para tomar algo sin necesidad de una excusa, porque siempre se tienen ganas de ir.
La Travesía de Triana es por aclamación popular, el local de la capital grancanaria con mejor ambiente, absolutamente intergeneracional. Como si de un templo se tratara, raro es quien no siente admiración por lo que el equipo de La Travesía consigue, día tras día: hacer que todo aquel que traspase sus puertas coma, beba y se lo pase a lo grande.
Desde una cocina y un servicio excepcional, este local, de ambiente familiar es la definición perfecta del buen comer en la capital grancanaria. Una barra de las que ya no abundan junto a sus valiosas y siempre interesantes propuestas, las clásicas que mantienen en su renovada carta así como los fuera de carta que se exhiben como el mejor escaparate del producto de temporada. Ahora bien, si hay algo por lo que merece la pena ir cada vez que se consigue mesa es precisamente por la calidez de estos dos hermanos, fenómenos en lo suyo: sacar a escena a diario el valioso legado de sus padres.
Si alguna vez ha pasado por delante de este local no se le habrá pasado de manera inadvertida. Ana e Iraya han hecho de Dorotea la anfitriona perfecta, esa misma por las que todos venderían su alma con tal de estar invitados a alguna de sus fiestas. La creatividad se funde con la alegría, desde el desayuno y hasta la hora de la cena y, si después de desayunar, comer o cenar en Dorotea le quedan ganas de algo, seguro que serán las de volver, una y otra vez.
Muchas líneas se han escrito de este impecable local, centro de excelencia gastronómica de la isla de Gran Canaria y punto de encuentro de la sociedad canaria y de todo el que visita la isla. Eso sí, para quienes más lo conocen destacan el micro universo que conforma su barra y lo bien que se pasa siempre que se consigue uno de sus anhelados taburetes. Charlas y debates, desde los más triviales hasta los más trascendentales marcan el ritmo entre platos de magnífico producto y una atención por parte de todo el equipo liderado por Tero y Lavinia, sencillamente maravillosa.
Su local ya reviste la atmósfera de una magia especial y si eres amante del vino entonces se convierte en el lugar perfecto. Su propuesta gastronómica deliciosa y desenfadada son el resumen ideal de esos bocados que siempre apetecen y de postre, esas igual de deliciosas sobremesas que se alargan olvidándote incluso del reloj.
A todos y cada uno de los componentes de este local habría que convertirlos en souvenirs para llevárselos consigo. En la Bodega Extremeña se come, se bebe y se pasa mejor que bien y tomar asiento en sus barriles o en su terraza siempre merecen la pena hasta en los días de tormenta. Un local de los considerados imprescindibles en la capital grancanaria.
Al Churrasco se va por sus carnes pero también por la escuela de excelencia que compone su servicio y la atención al comensal. Un local de fácil entrada pero de muy difícil salida donde se esmeran y se superan cada día. El calor de sus brasas, su carta y su bodega se presumen en un comedor colosalmente agradable y la suma de cada pequeño detalle hace que sean grandes la experiencia y las ganas de volver.
Muchos son los que consideran a este restaurante un auténtico fenómeno social. Una terraza que rebosa a diario en comensales e igual de llenos cualquiera de sus varios comedores y que no falte una coqueta esquina en su barra que casi seguro jamás habrá estado libre sin reserva previa. Gambrunis es sinónimo de excelencia y su secreto radica en no guardarse nada y adaptarse a los tiempos y a la demanda, sin restricciones.
Los fines de semana este local se convierte en un auténtico hervidero y las colas marcan el camino. Ambiente desenfado pero entrañable y una propuesta mágicamente ajustada en calidad y precio lo han convertido, a lo largo de los años, en el local ideal para ir con grupo de amigos a pasarlo mejor que bien.
Este histórico local es mucho más que un bochinche, es historia, es tradición y seña de identidad de todo un barrio y de toda una época. Un local que ha sabido mantenerse intacto en su esencia a pesar del paso de los años y de nuevas tendencias. En este Bochinche, siguen mirando a los ojos al cliente, conocen los nombres de pila de los frecuentes y son capaces de cambiarle el día y ponerle una sonrisa a todo aquel que traspase sus puertas.
Si se trata de arrancar el día con mucha energía y mejor sentido del humor, en este local regalan ambas en cada pedazo de focaccia. Desayunar aquí, en el caso histórico de la capital, siempre es un plan excepcional.
16. Charcutería Tradicional Dehesa Valle Ferreiros
Un pequeño local que tras sus puertas encierra maravillosos bocados donde lo ideal es acercarse un viernes y disfrutar del concurrido ambiente que se genera, de manera espontánea, con un nutrido público que busca picar algo delicioso en cualquiera de sus encantadores recovecos. Un local que sin duda, están marcando una nueva tendencia en la capital grancanaria.
17. Carlichi
Este bar, considerado por la gran mayoría como el mejor de la capital grancanaria aparte de otros muchos tributos y todos positivos, como su magnífica colección de referencias y el perfecto servicio, triunfa porque tiene el alma de su propietario en cada rincón y en casa sorbo. Un local único y exclusivo y así mismo es como se siente el público cuando traspasa sus puertas o toma asiento en su terraza.
Desde que este espacio se rehabilitó su ambiente sumó desde el principio y logrando que el público lo marcara en el mapa gastronómico a las afueras de la urbe. Espacio, cocina y servicio están fuera de toda duda pero, su encantador ambiente lo convierte en uno de los locales más especiales de esta lista.
El local más popular de nuestra lista por derecho propio, un local absolutamente imprescindible que además ha escrito la historia de la gastronomía capitalina, siendo ellos los que idearon la mágica noche de Reyes en Triana. A diario, su barra, su terraza y sus mesas se siguen llenando de propios y de foráneos, así que su buen ambiente siempre ha estado y está garantizado.
El segundo local del Grupo Kikong llegó para vestir de largo a la imagen de los gastrobares en la capital grancanaria, marcando un antes y un después, mejorando no solo su apuesta desde los inicios sino que además sirvió como modelo al resto. El buen ambiente es absolutamente cautivador y su apuesta sigue siendo diferenciadora e inmejorable.
Este histórico local con su cuidada estética que lleva al comensal a sentirse parte de una atmósfera romántica decadente, envolvente y especial. Desde el techo, reparando en sus paredes, el calor propio de las brasas del local y cada plato genuino que llenará las mesas, en El Novillo Precoz siempre se vive una experiencia inolvidable.
Otro local con tantas historias encerradas en sus paredes que se ha sabido adaptar a las tendencias y abrir a otros públicos así como nuevos enclaves como su demandada terraza, sin perder un ápice de su esencia. Un lugar perfecto donde nunca faltan interesantes tertulias y donde un ejército de comensales siguen siendo fieles a su cita. Locales como El Pote donde todo puede cambiar y donde quieren sorprender pero lo más importante, no se toca y siempre permanece.
El primer 'retoño' del grupo Kikong sigue siendo punto de encuentro intergeneracional desde que abrió sus puertas y llevó nuevos aromas al histórico barrio de Vegueta. Un local al que acudir con amigos ya es el broche definitivo porque del resto, carta, atención y ambiente, lo ponen ellos.
A la nueva tasca de Abraham Ortega le han bastado unas pocas semanas para convertirse en un local indispensable donde comer extraordinariamente bien en un ambiente mágico. Toda la exclusividad que rodea a una estrella Michelín en Verode han conseguido 'democratizarla' y dejarla al alcance de todos. Un local único donde lo que se busca y se consigue es el disfrute de todo el que acude.
Esta pequeña esquina ha sido desde siempre un lugar de encuentro. Los que lo conocen de toda la vida siguen transitando por su barra y por sus mesas porque todos saben lo que aquí se puede encontrar: tapas de inspiración andaluza y amabilidad y buen talante por parte del servicio. Tanto es así que si acudes más de tres veces, te llaman por tu nombre. Las Rejas y Olé siempre ha estado y seguirá estando entre los locales infalibles de la capital grancanaria donde sabes que nada va a ir mal y siempre que acudas lo pasarás bien.
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Zigor Aldama y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Antonio Paniagua y Sara I. Belled
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