El plátano, aprende a sacar todo su potencial

No es magia, es ciencia... y un poquito de medicina nutritiva.

Como experta en nutrición clínica, he visto una y otra vez cómo un alimento tan sencillo puede transformarse en una poderosa herramienta terapéutica, todo depende de cómo, cuándo y para quién lo utilices.

Desde la consulta siempre recomiendo incorporar alimentos funcionales, locales y reales como los plátanos en las estrategias de sanación y en Canarias tenemos muy buena calidad de este maravilloso alimento.

No subestimes a esta fruta humilde: su potencial va mucho más allá de ser solo un snack rápido.

¿Sabías que cada parte del plátano, ¡hasta sus hojas!, puede tener un beneficio medicinal específico?, Un artículo publicado en Pharmacognosy Reviews destaca que los compuestos bioactivos del plátano, como los flavonoides, fenoles, carotenoides y fitoquímicos, poseen actividades antimicrobianas, antioxidantes, antidiabéticas y antiinflamatorias que pueden contribuir a la prevención de enfermedades como la diabetes, úlceras, infecciones y hasta el cáncer.

Es decir, ese plátano que miras en la frutería tiene en su interior un verdadero arsenal terapéutico. No solo su fibra soluble que regula tu digestión, sino que su alto contenido en potasio ayuda a estabilizar tu presión arterial y su vitamina B6 favorece el equilibrio del sistema nervioso. Incluso, su triptófano (precursor de la serotonina) puede hacer que veas la vida un poquito más bonita. Pero eso sí, debes saber cómo utilizarlo y su punto de maduración es una de las claves.

Aunque los plátanos maduros tienen su gracia y dulzura, los plátanos verdes son una joya nutricionaly medicinal poco explorada, mucho más que los maduros. Contienen altas cantidades de almidón resistente, un tipo especial de fibra que funciona como prebiótico: alimenta las bacterias buenas de tu intestino, mejora la sensibilidad a la insulina, tu sistema inmune y previene y mejora muchas enfermedades.

Un estudio citado por Authority Nutrition confirma que antes de madurar, el 70-80% del contenido seco de un plátano es almidón resistente, clave para una microbiota intestinal robusta y saludable. Así que si tu intestino anda pidiendo ayuda... ¡dale verde!.

Además, en mis consultas suelo recomendar los plátanos verdes cocidos para tratar colitis persistentes o para apoyar el control metabólico. Fácil de digerir, bajo en azúcar y muy versátil: ¿se puede pedir más?.

Sabes que me encanta hacer de la alimentación algo divertido y práctico, una alimentación sana no tiene por qué ser aburrida. ¿Qué tal si transformas esos plátanos verdes en una receta que cure, nutra y encima te saque una sonrisa?.

Aquí tienes una receta (de mis favoritas) simple, deliciosa y aprobada científicamente para tu próxima comida:

Tortitas Saladas de Plátano Verde

Ingredientes:

• 2 plátanos verdes pelados

• 1 cucharadita de sal marina

• 1 cucharadita de cúrcuma en polvo (antiinflamatoria natural)

• 1 cucharadita de pimienta negra en polvo.

• 1 cucharada de aceite de coco o de oliva

• Opcional: cilantro fresco picado, cebolla morada picada

Preparación:

1. Cocina los plátanos en agua hirviendo hasta que estén tiernos (unos 15 minutos).

2. Retíralos, deja enfriar un poco y machácalos como si hicieras un puré.

3. Agrega la sal, cúrcuma, la pimienta.

4. Forma pequeñas tortitas algo finas con las manos.

5. Úntalas con el aceite.

6. Mételas al horno a unos 65 Cº unos 20 minutos.

7. ¡Listo! Sirve como acompañante o como snack.

Los pequeños cambios pueden tener un impacto grande en tu salud. Los alimentos no solo alimentan: sanan, equilibran y, bien elegidos, te devuelven la vitalidad.

¿Te animas a empezar por un plátano verde hoy?

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