Por primera vez, los Premios Turismo Islas Canarias han salido de las islas capitalinas para celebrarse en La Palma. La elección no es casual: se ... trata de un gesto cargado de simbolismo, porque el turismo debe celebrarse desde cada rincón del archipiélago. No somos dos islas, somos ocho. Cada una aporta una experiencia distinta, y todas juntas configuran el mejor destino turístico del mundo.
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La Palma, tras el dolor y la devastación, se ha convertido en ejemplo de resiliencia, de fuerza y de futuro. Aunque los focos mediáticos se apaguen, la responsabilidad con esta isla sigue siendo una prioridad.
El turismo canario no se conforma ni se estanca. Con esfuerzo y dedicación de sus trabajadores, se adapta, mejora y evoluciona. Y no se trata de celebrar cifras ni récords: se trata de reconocer a las personas e instituciones que hacen posible que Canarias sea un destino único.
Ejemplos hay muchos. Bodegas El Grifo, en Lanzarote, demuestra desde hace dos siglos que tradición e innovación pueden ir de la mano. Sus vinos son embajadores de Canarias en el mundo y, a la vez, una experiencia turística que preserva patrimonio y paisaje.
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Otro ejemplo es la iniciativa de las Comunidades Turísticas Circulares, impulsada por Ashotel junto al sector agrario. Su modelo conecta turismo y campo, reduciendo residuos y cerrando un círculo virtuoso de protección del territorio. El Ayuntamiento de Adeje supo verlo y ha liderado la expansión de esta práctica, demostrando que la innovación puede y debe acompañar al crecimiento.
La seguridad es otro valor esencial. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con su trabajo diario, aportan la confianza que millones de visitantes buscan y que convierte a Canarias en uno de los mejores lugares no solo para visitar, sino también para vivir.
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En el sector privado, cadenas como GF Hoteles desmienten tópicos con hechos: tributación local, diversificación, empleo de calidad, igualdad, sostenibilidad. Y el Hotel Taimar, en Fuerteventura, recuerda que la accesibilidad no es un añadido, sino un derecho. Con el envejecimiento de la población, la inclusión será cada vez más sencial: todos necesitaremos un 'Taimar'.
Las historias de Victoria y Rubén, dos empresas familiares que tributan y generan empleo en Canarias, son un contra discurso frente a quienes minusvaloran el valor de la industria turística. Son las cuentas que desmienten cuentos y el ejemplo de que el turismo puedeser motor económico y social sin sacrificar el interés general.
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Estas trayectorias demuestran que el turismo transforma realidades, mejora la vida de los canarios y puede evolucionar hacia un modelo más respetuoso y regenerativo. El reto es seguir construyendo la Canarias del futuro con la vista puesta en la sostenibilidad, la inclusión y el compromiso colectivo.
Ese es el desafío: dejar a las próximas generaciones una Canarias mejor que la que recibimos. Y estoy convencida de que, trabajando juntos en cada isla, lo lograremos.
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