De un bote de pesca a un emporio turístico: el legado centenario de Bjørn Lyng

El Grupo Anfi conmemora hoy el centenario del nacimiento de su fundador: Bjørn Lyng. El acto central ha tenido lugar junto al busto que recuerda a Lyng en la isla corazón de Anfi del Mar. Allí, la empresa le rindió homenaje en una ofrenda floral que simbolizó el vínculo entre varias generaciones de trabajadores. «El señor Lyng no sólo construyó un complejo, creó una filosofía de vida basada en el bienestar, el compromiso y la excelencia», expresó Manuel Lledó, uno de los trabajadores más antiguos del grupo.

A finales de los años 80, mientras pescaba en la costa sur de Gran Canaria, un noruego llamado Bjørn Lyng alzó la vista desde su bote y quedó prendado de una montaña que se alzaba imponente en Arguineguín. Lo que para muchos era simplemente una parte más del paisaje, para él fue el inicio de una visión transformadora. En ese momento, sobre las aguas del Atlántico, germinó la semilla de lo que hoy es uno de los complejos más importantes de Europa: Anfi del Mar.

Para conmemorar su legado, Anfi ha preparado un calendario de actividades que se desarrollarán a lo largo del año. Entre ellas, destaca un sorteo de semanas de alojamiento. También se ha inaugurado un recorrido visual por la vida de Lyng a través de imágenes históricas en paredes y pantallas de las instalaciones, permitiendo que socios y visitantes conozcan de cerca la historia del hombre que cambió el litoral canario para siempre.

Hoy, 100 años después de su nacimiento, el legado de Bjørn Lyng sigue más vivo que nunca. Su visión se ha concretado en cinco unidades turísticas que dan empleo a cerca de mil familias, con más de 33.000 socios repartidos por Europa. Y todo comenzó con una caña de pescar, un horizonte despejado y la inquebrantable convicción de que aquel lugar podía convertirse en algo extraordinario.

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