Los registradores: «No hay engaño. El que compra un apartamento turístico sabe que solo tiene ese uso»

Los registradores de la propiedad se sacudieron ayer cualquier sombra de duda que pueda recaer sobre ellos por dar poca o escasa información a las personas que deciden adquirir un apartamento turístico en un complejo sujeto a la unidad de explotación y que, después, destinan a otros usos, como el residencial o el alquiler vacacional, a pesar de estar estar prohibido por la ley (salvo para aquellos que viven con anterioridad a 2017).

«Todos ellos están informados y saben perfectamente lo que están comprando. Algunos vienen a preguntar directamente y se les da una hoja informativa que cuesta 6 euros y otros son informados por el notario pero todos saben lo que hay. Aquí no se engaña a nadie», indican fuentes del Registro de la Propiedad en San Bartolomé de Tirajana.

Según estas fuentes, incluso si van a firmar una hipoteca la propia entidad financiera solicita esta información. «No se debe dudar ni de los notarios ni de los registradores que en todo momento aportamos esa información. Llevamos haciéndolo desde hace más de 15 años», señalan. Según explican, las personas que dan el paso de comprar un apartamento turístico conocen sus limitaciones y que hay una norma que impide que se resida en ellos. «Luego hacen con ella lo que quieren pero no se puede achacar lo que está ocurriendo a una falta de información», indican estas fuentes.

Además, como indican en los sures de las islas, como es en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, la práctica totalidad del suelo es de uso turístico salvo algunas zonas como San Fernando El Tablero.

Pese a la prohibición y el uso turístico de estos apartamentos se dan circunstancias ilógicas como que el propio Ayuntamiento de San Bartolomé dé como válido esa propiedad para validar el empadronamiento en el municipio.

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