Imagen del encuentro entre CC y PP para conformar el pacto de gobierno regional. COBER
OPINIÓN

Ojo con la dispersión política

Si ya es preocupante la maraña administrativa, que desanima al inversor, tanto o más lo es la dispersión competencial

FRANCISCO SUÁREZ ÁLAMO

Director de CANARIAS7

Sábado, 24 de junio 2023, 02:00

Ahora que arranca un nuevo ciclo político, que está pendiente de conformarse el Gobierno de Canarias y que en ayuntamientos y cabildos dan sus primeros pasos quienes salieron elegidos en las urnas (y en los pactos posteriores), no está de más recordar que si de verdad se quiere seguir apostando por la diversificación de la economía canaria y por contar con una industria con mayor cuota en el Producto Interior Bruto, no puede seguir tratada como una 'maría' en el reparto de competencias políticas.

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Como tampoco es de recibo que la industria, cuando tiene que sentarse con alguna administración para abordar un asunto que le afecta, tenga la sensación de que hay que tocar en media docena de puertas. Porque los asuntos relativos a Europa los llevan unos, los que atañen al REF otros, los relativos a la energía un tercero, los de sostenibilidad un cuarto... y así hasta la extenuación. O el aburrimiento.

Si ya es preocupante la maraña administrativa, que desanima al inversor, tanto o más lo es la dispersión competencial. Una dispersión que muchas veces obedece a una razón de partido, y no de coherencia o sentido común: cuanto más se divide un área en viceconsejerías y direcciones generales, con el añadido de empresas públicas, más posibilidades tienen las organizaciones políticas de atender compromisos internos y colocar a los suyos.

Lo que se ha dicho vale tanto para el Gobierno canario como para el central, donde también la dispersión ha sembrado confusión y finalmente inoperancia. O hay carteras ministeriales o autonómicas que atienda a la industria de tú a tú, o lo que hay es un embrollo de nula eficacia.

Una cosa es que los programas de actuación, como la estrategia para la industria, sean transversales y otra muy diferente que esa transversalidad se confunda con un 'totum revolutum' en el que al final nadie sabe quién manda.

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Algo -o bastante- de eso, hemos tenido en estos años.

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