Una comunidad puntera en la producción de tabaco

Por detrás del plátano es una de las grandes fuentes de ingresos para las arcas de esta región. Esto le da una destacada importancia a nivel económico y por ello hay que seguir apostando por potenciarlo.

Canarias está vinculada al tabaco desde la colonización de América, sobre todo, por el vínculo que se generó con Cuba. El régimen de Puertos Francos, a partir de 1852, también supuso un destacado impulsó para la proyección internacional de este producto.

La producción del tabaco no es contaminante, pues se trata de un cultivo sostenible desde el punto de vista agroambiental. Por otro lado, se fomenta el uso de energías renovables y se evita el empleo de abonos y fitosanitarios.

El tabaco que se genera en el archipiélago canario cuenta con una gran aceptación a nivel internacional y por ello su índice de exportación es bastante elevado. Los cigarros puros, los cigarritos y los cigarrillos canarios son de una destacada calidad debido a la materia prima utilizada.

Un aspecto fundamental es la destreza de aquellos cuyo trabajo consiste en componer un delicado mundo de sabores. Esto propicia que sean muy valorados. Además, poseen una buena relación calidad-precio.

Varias empresas extranjeras han apostado por instalarse en Canarias e invertir en este sector. Por otro lado, las ayudas al transporte y contar con un marco fiscal adecuado le otorgan un mayor atractivo a la hora de realizar esta apuesta. Con ello se compensan los sobrecostes por la lejanía y la insularidad. Así, el tabaco es un sector reconocido como estratégico por el Plan de Desarrollo Industrial de Canarias por dos puntos fuertes: el empleo que genera y la exportación que alcanza.

Está claro que los años dorados de la industria tabaquera en Canarias fueron los de la década de los 70, donde incluso se llegó a exportar grandes cantidades a Estados Unidos. En la actualidad no se está a ese nivel, pero es una industria que cuenta con una gran fortaleza y las islas son en este apartado la comunidad más potente del país por su cuota anual de producción. Esto ha propiciado que muchas empresas hayan apostado por invertir en modernizar sus instalaciones. La Administración Autonómica también se ve muy favorecida por la fortaleza de esta industria, ya que a través de impuestos como los tributos especiales o el IGIC se generan muchos millones de euros, que con posterioridad son reinvertidos en la sociedad isleña.