Urgencias, vértigos y un Sporting lanzado retan a la UD en un partido sin paracaídas ni excusas

La UD comparece hoy (20. 00 horas, GoltTv) en plena regresión y el calendario trae un rival, el Sporting, de los que mejor pinta tiene hasta la fecha. Los contrastes nunca garantizan resultados y hasta suele ser frecuente que reviertan los pronósticos. Pero un vistazo a los números advierte de lo que espera esta tarde: un triunfo en las últimas siete jornadas carga Las Palmas, mientras que el visitante, en ese mismo tramo, ganó en hasta en cuatro ocasiones, lo que explica la brecha de diez puntos que separan a unos, inmersos de lleno en la lucha por el ascenso, y a otros, a nada de meterse en el barro. Sin descuidar, tampoco, un dato añadido que, igualmente, condiciona las comparaciones y viene por el balance defensivo, una perdición en el caso propio, con hasta veinte goles encajados en catorce partidos, al tiempo que en el marco asturiano solo han entrado ocho.

Tendencias absolutamente dispares y que inclinan las apuestas. Ahora bien, en el césped, con once para once, no hay servidumbres. Ahí se agarran los muchachos de Pepe Mel, que van a por un cuerpo a cuerpo sin complejos y decididos a romper cadenas después de un tiempo de actuaciones discretas tirando a malas y de resultados que han penalizado.

Todos en la UD entienden que son necesarios los cambios. En nombres, en actitud, en intensidad y en acierto. Mucho tiempo no ha tenido el entrenador para profundizar en este viraje. Apenas tres días han pasado desde el derrumbe con el Mirandés, dañino en las formas y en el fondo, llega un examen de los buenos y el ejercicio de supervivencia obliga a ponerse en línea de batalla con inmediatez. Los focos estarán puestos en los elegidos para un día que no tiene red. Y se barruntan novedades, algunas impuestas por la enfermería, se cae con respecto al partido anterior nada más y nada menos que Sergio Ruiz, imprescindible hasta su lesión, y bastantes por el deseo de que le cambien la cara al equipo. No se descarta que las sorpresas comiencen bajo palos. Mel añadió misterio ayer al no ratificar a Valles en la portería y podría quedar señalado si se da la permuta y entra Álex, todavía por estrenar en este curso. Ya se sabe que en la naturaleza de los guardametas cualquier variación es delicada, de ahí la gestión interna que requiere una decisión que alimenta el debate.

Es unánime la opinión de que una victoria sería agua bendita en estos momentos de tembleque y dudas. También, de que el rendimiento habitual en los últimos tiempos no alcanzará.