Luis García está obsesionado con la energía y el físico

Metódico, cien por cien focalizado y con mil ojos. Luis García Fernández mide el progreso de sus futbolistas al milímetro. El entrenador está afrontando el puesto de entrenador deLas Palmas con la mayor de las ilusiones, pues sabe que es su gran oportunidad. Quiere una UD poderosa en lo físico, energía y ambición. Ya ello responden los fichajes que ha acometido el club. Todos, salvo Jonathan Viera, ya en los 35 años, son jóvenes que quieren hacerse un sitio en la élite.

Adam Arvelo (20 años), Adri Suárez (20 años), Lorenzo Amatucci (21 años), Jeremía Recoba (21 años), Edward Cedeño (22 años) y Sergio Barcia (24 años) son el claro ejemplo de lo que quiere Las Palmas esta nueva temporada. El rejuvenecimiento de la plantilla, del que habló Viera en la entrevista concedida a CANARIAS7, y la importancia del crecimiento de los jugadores que tienen todavía toda su carrera futbolística por delante.

Jugadores por hacer, sí, pero ya con un recorrido que puede invitar al optimismo. Todos ellos saben lo que es bajar al barro a pelear. El perfil de los fichajes es una apuesta arriesgada pero que sigue un criterio común: el hambre. Luis Helguera, director deportivo del club amarillo, ha acudido a varios mercados, mezclando el fútbol internacional con ligas menores. Un cóctel que todos dentro del club desean que salga a las mil maravillas.

La consigna de Luis García Fernández también está siendo muy clara en el 'stage' de Marbella. Quiere a sus futbolistas como cohetes. Necesita que todos sus jugadores estén en unas condiciones físicas brutales. Y va a seguir apretando para llegar al inicio del campeonato con mucho músculo y poderío. Para el mandamás del banquillo del nuevo proyecto amarillo la receta del éxito radica en la combinación entre la disciplina, la preparación física y la valentía.

Busca Luis García, con un perfil basado en la juventud, esa energía propia del que quiere comerse el mundo. Futbolistas con su historia por escribir. «Los entrenamientos han subido el nivel de intensidad comparados con otras pretemporadas», confiesan fuentes del vestuario de la UD desde Marbella a este periódico. «Hay mucho balón, pero también mucha exigencia física», relatan con la lengua fuera.

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