Horas cruciales: Rubén puede irse hoy y a Araujo se le acaba el plazo
Ambos no desean seguir con los recortes que les ha propuesto la UD. El isletero tiene cláusula liberatoria y el argentino debe traer una oferta
Vienen tiempos revueltos para la delantera de la UD a cuenta de las situacionesde Rubén Castro y Sergio Araujo, los dos atacantes quequedan en nómina tras las salidas de Narváez, de vuelta al Betis, y Cristian, que puso fin a su peridplo en el club tras una discreta aventura en la que no dejó huella. A poco más de diez días para el comienzo de la pretemporada, nada anuncia desenlace feliz en los casos de uno y de otro. Los deseos de la UD y Pepe Mel con Rubén son coincidentes: quieren que siga siendo la referencia arriba dada su infalible proporción anual de goles. Es más, en la planificación estaba que el isletero mantuviese su rol principal aunque se buscaran más alternativas ofensivas («debemos diversificar y no depender tanto de él», advertía el técnico). El problema viene por los dineros. Rubén aceptó el verano pasado una rebaja en sus cifras y ahora, ya con 39 años, entiende que debe buscar un último buen contrato para coronar su carrera. Es más, hoy mismo podría activar su cláusula unilateral de salida, que vence con el mes en curso, dada su disconformidad con lo que le ha ofertado Luis Helguera.
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Su salida traería un problema de cuidado, pues no hay nadie en el mercado con sus características, la UD no va a disponer de liquidez para pujar por nadie y supondría una pérdida patrimonial irreparable. Un vacío gigantesco, mayormente.
Rubén habría dado órdenes a Bahía, la agencia que le representa, para encontrar destino en alguna liga extranjera, información que ya manejan en el club, donde lo dan por perdida salvo giro imprevisto de última hora.
O traspaso o rebaja salarial
En una situación similar, aunque con el matiz de que tiene contrato en vigor hasta 2023, se encuentra Araujo. Cedido en el AEK de Atenas, su préstamo concluye ahora y tiene previsto regresar a Gran Canaria la próxima semana. El argentino, también con una ficha inasumible, debe traer una oferta para su traspaso que ronde los dos milones para que accedan a darle salida. De lo contrario tendría que iniciar la pretemporada con el resto de sus compañeros sabiendo, además, que tendría que acatar el imperativo de reducir su nómina, algo a lo que no está dispuesto.
Mientras trascienden alternativas para la vanguardia que son una moneda al aire, como el canterano del Betis Robert, o se guarda alguna mínima esperanza por poder recuperar a Narvaéz, el panorama es preocupante en un frente ofensivo casi desierto y en el que se van a necesitar especialistas contrastados para poder cumplir con los objetivos.
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Uno, Rubén, tiene la mudanza decidida, y otro, Araujo, no quiere quedarse y pleiteará por volver a irse, como ya ha hecho hasta en dos ocasiones anteriores, a la vista de la compleja situación abierta.
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