De la emoción de Tokio al deseo de estar en París
Un sueño cumplido. El nadador Alejandro Rojas Cabrera participó en unos Juegos Paralímpicos por primera vez. Relata una experiencia para siempre y desliza su ilusión por pelear por repetir en la cita más especial para un deportista.
ÓLIVER SUÁREZ ARMAS
Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 14 de septiembre 2021, 01:00
Esfuerzo con mayúsculas. Un momento imborrable y un orgullo infinito. El nadador grancanario Alejandro Rojas Cabrera cumplió en Tokio el sueño de su vida de tomar parte en unos Juegos Paralímpicos. Y lo hizo a lo grande, con la satisfacción de recoger los frutos de un camino repleto de sacrificio y de ilusiones. Dos diplomas y múltiples vivencias como resultado de su presencia en la cita más especial para un deportista.
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«El recibimiento fue increíble. Todos mis amigos, mi familia, vino mi familia de Fuerteventura, la gente del equipo de natación... La verdad es que no me esperaba tanta gente. Estoy contentísimo», expresa sobre la emoción de reencontrarse con un entorno que nunca lo abandonó en la búsqueda de sus sueños. Ya está en la isla y, tras unos primeros días de descanso, agasajo y asimilación de lo conseguido, volverá al agua para alcanzar más retos.
El nadador de Marzagán, de 28 años y con una hemiparesia lateral izquierda, habla de su experiencia en unos Juegos Paralímpicos.
«Desde dentro, los Juegos son totalmente diferentes a lo que imaginaba. Las instalaciones son increíbles, la Villa es un sueño y estar con todos los deportistas de todas las discapacidades y deportes, pudiendo convivir a diario e intercambiar experiencias, es increíble», argumenta.
Sobre la competición en Tokio, Rojas, quien obtuvo un diploma en el 4x50 libres mixtos y en su prueba de 50 metros mariposa-S6 -una marca de 33.87-, asegura que «sabíamos lo que había, que el primer objetivo era entrar en la final y sabíamos que todos íbamos a estar en un puño. En 50 mariposa entrar en la final, ser octavo y tener un diploma es un regalo, y luego el quinto puesto en el relevo que nadé en las semifinales. Todo salió a pedir de boca».
«Pelos de punta» en la piscina
El entrenador y nadador del CN Aguacan y del Enagracan, subcampeón de Europa en 50 metros mariposa S6 en Funchal en 2016 y en Dublín en 2018 y cuarto en el Mundial de México en 2017, ve diferencias con estar presente en un Mundial y en un Campeonato de Europa.
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«La instalación te ponía los pelos de punta desde el primer momento. También ver competir, como la carrera de Michelle Alonso que fue impresionante, batió el récord del mundo y ganó con una autoridad tremenda», afirma, al tiempo que ahonda en que «diferente es todo, el día a día en la Villa hace que todo lo sea».
«Muchas experiencias con otros deportistas, aunque no pudimos ir a ver otras instalaciones, estar con gente de tanto nivel allí es increíble. Asimismo, el hecho de poder conocer a todos los deportistas españoles que luchan por su deporte y por su sueño también es genial», dice.
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Su entrenador Francisco Galván supervisa todos los detalles y marca la exigencia. «Le pareció una carrera excelente, es verdad que esperábamos que podíamos estar para una mejor marca, pero nos damos con un canto en los dientes. Ha sido increíble, sabíamos el nivel que había, él sabe que hay errores que corregir y que podemos hacerlo de cara a los próximos años», asevera.
El participante en el grupo de parálisis cerebral renueva sus sueños tras adentrarse en la competición paralímpica. Ahora, lejos de conformarse con una emoción para siempre, pretende pelear por estar en París en 2024.
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«Pensaba retirarme en Tokio, pero, al llegar allí, me dije que tenía que aguantar hasta París sí o sí. Me gustaría que mi familia viviera conmigo unas Paralimpiadas y creo que vivirlas con público puede ser espectacular», dice.
En cuanto a la participación de España, Alejandro Rojas Cabrera considera que «se superaron las expectativas con 36 medallas, nos abonamos a la plata porque conseguimos muchísimas. Los resultados son buenísimos. Es verdad que hay países que son potencia y están a años luz de nosotros, pero estar entre los 15 mejores países es brillante».
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París está en su ruta. «Nos vamos a tomar esta semana de descanso y ya a empezar a preparar el nuevo ciclo que es Mundial, Europeo, Mundial y los Juegos de París. Nos quedamos a un segundo del bronce porque la pelea estuvo en el 50 mariposa, hay poca diferencia entre los ochos primeros. Creo que corrigiendo un par de detalles podemos estar en la lucha en el Mundial y seguir soñando», desliza.
Otro sueño está por cumplir. «Vamos a ir campeonato a campeonato y a intentar lograr la marca lo antes posible para estar en la lucha y tener una buena preparación. El sueño es estar en París porque puede ser el final de una carrera deportiva que no me imaginaba nunca», confiesa.
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París puede esperar, pero no su nueva ilusión: crear una escuela de deporte adaptado, una iniciativa de la mano con el Ayuntamiento capitalino. «Creemos que hace falta en la isla. Hay que poder visibilizarlo y que podamos ser más porque, al final, mucha gente no nos conoce». Palabra de un deportista incansable.
El grancanario finalizó en la octava posición en la final de 50 metros mariposa-S6 después de firmar una marca de 33.87. Mucho mérito tras acceder a la final en su primera cita paralímpica
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