Willy Villar: «Vamos a ver muy poco baloncesto de andar en el Arena»

Casi un mes después de su fichaje, Willelmo Villar Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 1969) sigue sin poder ocultar su felicidad por poder comandar la dirección deportiva del CB Gran Canaria. En sus ojos y su discurso se palpan ilusión y le sobran ganas de trabajar para devolver la sonrisa a una afición exigente y sin muchos motivos que celebrar en las últimas dos temporadas.

–El próximo lunes se pone en marcha el Herbalife Gran Canaria 2020-21 con 10 jugadores con ficha profesional y 5 canteranos. ¿Está contento con la plantilla que ha configurado?

–Lo primero es que no haría una distinción entre 10 de primer equipo y 5 canteranos, porque la idea que queremos transmitir, empezando por el entrenador, es que somos 15 jugadores en la plantilla, que todos tienen el mismo derecho y posibilidades para jugar, y en esa idea nos queremos basar para hacer el proyecto. Por lo tanto, no queremos mirar el carnet ni la procedencia sino simplemente el rendimiento y lo que puedan ofrecer en cada entrenamiento. A partir de ahí, estoy muy ilusionado con la plantilla porque creo que responde a la idea que queremos transmitir hacia la grada, que sea un equipo valiente, que ofrezca un baloncesto atractivo, rápido y que tenga mucha energía… En ese sentido, creo que tanto los jugadores que continúan del año anterior como los nuevos y los jóvenes responden mucho a esa idea.

–A simple vista tiene muy buena pinta este Granca, pero muchos echamos en falta un cinco más grande…

–Bueno, además de Wiley y Costello, tenemos a dos jóvenes como Balcerowski y Diop… Evidentemente, creo que salvo los equipos grandes de Euroliga, que tienen de todo, es difícil hacer plantillas completas. En nuestro caso, todo va muy determinado a nuestra idea de juego. Si queremos tener un equipo rápido y atractivo, esa idea de juego debe determinarla unos jugadores con una serie de características. Aunque cuando configuras un equipo nunca tienes solventadas al 100% todas las necesidades, sí que creemos que tenemos solventados, dentro de nuestra idea de juego, los jugadores que queríamos.

–Vamos, que no se va a aburrir el que acuda al Arena...

–No, creo que vamos a ver muy poco baloncesto de andar en el Arena, y eso es algo que conecta muchísimo con la grada; un equipo que presione en todo el campo, que esté continuamente corriendo y ofreciendo un baloncesto atractivo. Lógicamente el objetivo de todo es ganar, que es para lo que se construyen los equipos, pero que si un día no lo haces que, al menos, la gente se sienta orgullosa y sobre todo que se divierta, que es un aspecto muy importante del deporte. Por eso desde el primer momento hemos dicho que este proyecto va destinado en gran medida a la gente, a que se lo pase bien.

–En esa inicio no estará AJ Slaughter, el escolta que rescindió el contrato con el club por «un pequeño problema de salud». ¿Qué pasó exactamente?

–Había renovado con Sevilla y luego, por unos problemas de salud, rescindió su contrato. A nosotros nos dieron la posibilidad de su fichaje, y sabiendo la problemática que podría haber lo acometimos porque queríamos tener en primera persona al menos la posibilidad de que pudiese estar con nosotros desde el principio de temporada. El problema que tiene en absoluto es importante, va a jugar al baloncesto sin ningún problema, lo que pasa que los tiempos no son los que nos gustaría, ya que se incorporaría a final de septiembre u octubre. Por lo tanto, hemos decidido desligarnos. Sabíamos el posible riesgo y lo asumimos porque estaba controlado. Lo volveríamos a hacer.

–Entiendo, por lo tanto, que el acuerdo de rescindir ha sido amistoso por ambas partes.

–Sin problemas. Todos los jugadores tienen que pasar previamente un reconocimiento médico. En este sentido era algo que sabíamos, pero en su caso queríamos tener la ventaja de que si se hubiera dado la posibilidad tendríamos a un gran jugador con nosotros. El chico va a jugar, lógicamente no en el tiempo que queremos nosotros, así que ya se verá más adelante.

–¿Se le busca un sustituto?

–No estamos buscando ahora mismo incorporar a nadie, pero es nuestra obligación estar pendientes del mercado para si surge una oportunidad que no se pueda rechazar aprovecharla. La idea es empezar con lo que tenemos, en esa línea de intentar que el jugador joven tenga su protagonismo en esta pretemporada, que intente demostrar de lo que son capaces, de que tiren la puerta abajo. Evidentemente durante todo el año esa ficha estará ahí para aprovechar alguna oportunidad si se presentara.

–¿Ve a los jóvenes preparados y con calidad para hacerse un hueco en la exigente ACB?

–Vamos a intentar que, para lo bueno y lo mano, sean y se sientan como uno más. La calidad la tienen y de sobra. Luego, vamos a ver cómo se ajustan a la competición, a las exigencias, a la presión, etcétera. Siempre hay una primera vez para todo y si tienes la calidad, lo único que tienes que hacer es demostrarla. Hay que tener la paciencia de que todo esto tiene su proceso. Aunque al principio no se vean los resultados de inmediato, estas inversiones a nivel de club, social y de público siempre merecen la pena. Cuando tienes gente joven de calidad hay que apostar por ellos. Tampoco se les va a regalar nada; jugarán si lo merecen.

–¿Le ha sido más fácil o más difícil fichar en el Gran Canaria?

–Cada contexto y cada club tiene su dificultad y no ha sido especialmente más fácil o complicado. Lo que sí está claro es que la comunión entre Porfirio y yo, desde el primer minuto, era clara hacia dónde íbamos y eso también permitió fichajes aparentemente rápidos, porque la idea la teníamos clara y eso siempre ayuda. Eso sí que precipitó que fuera un poco más sencillo.

–¿Qué perfil de jugador ha buscado para al equipo?

–Hay jugadores jóvenes que vienen con mucha hambre y ganas de demostrar muchas cosas como pueden ser Ferrari o Will+ey. Luego, los más veteranos como el caso del Albicy, que lo que le define es la energía, sentimiento por el juego… La combinación de veranos y los jóvenes como Della Valle, jugadores con talento y que quieren reivindicarse y tener un rol importante, nos genera mucha ilusión.

–¿Se le escapó algún fichaje?

–Siempre se escapan [risas]… En cualquier caso esto pasa en todos los clubs. Pero sí que es verdad, insisto, en que todo lo que se ha fichado responde al 100% de lo que estábamos buscando. Creo que vamos a ser una familia que va a transmitir, o al menos es esa la ilusión que tenemos. Que la gente venga y vea a un equipo que está entregado.

–Tanto usted como el propio Fisac insisten mucho en la grada, en la afición.

–Lo que pasa es que cuando vienes aquí de visitante, ahora en el Arena y también al CID, siempre lo haces con la idea de que es una plaza muy difícil de ganar, y lo es porque la gente aprieta mucho y porque también hay un sentimiento de identidad. Un equipo fuerte siempre gracias a la comunión con su grada. Queremos recuperar eso e incluso aumentarlo si se puede. Aumentar esa sensación de que aquí seremos un equipo durísimo, porque va a haber mucha comunión entre una afición que está volcada con su equipo y ese equipo que le devuelve ese apoyo con garra, con un juego vistoso… Crear esa atmósfera es el objetivo número uno más allá de temas tácticos, jugadores o resultados deportivos. Volver a que la afición y equipo seamos uno es el reto. Y que el equipo de fuera lo note.

–Una afición entendida y exigente que todo lo que no sea ver al equipo en la Copa o en el Playoff ya se le queda corto. ¿Serán esos los objetivos?

–Los objetivos son los que te acabo de decir en primer lugar, que luego eso se tiene que convertir en victorias, lógicamente. Esta afición siempre ha sido también muy agradecida. Está deseando que su equipo le ofrezca un buen baloncesto y también evidentemente victorias. Creo que si conseguimos esa unión va a ir todo bien. No vas a ganar todos los partidos, pero cuando consigues que la gente salga contenta y orgullosa de su equipo tienes el primer objetivo logrado. La trampa está en que si consigues eso vas a ganar muchos partidos.

–Una afición también decepcionada con lo visto en los últimos años, donde independientemente de una histórica temporada en la Euroliga se ha coqueteado con el descenso, por ejemplo.

–Quiero mirar poco hacia atrás. Cuando nos incorporamos gente nueva, los objetivos siempre se miran hacia delante. Y eso es lo que queremos transmitir. Los que estamos nuevos aquí no tenemos esa mochila, entre comillas, y llegamos llenos de positividad. El mensaje es de futuro e ilusionante. Por suerte, la gente cuando le ofreces algo bueno y ganas se olvida rápido de todo.

–Ha fichado por tres cursos. ¿Personalmente considera que es su proyecto más ambicioso?

–En nuestra profesión el contador empieza de cero cada año, por lo tanto, en ese sentido no cambia nada. Los retos son todos importantes allí donde estés, incluso si repites en un mismo club, y este es uno más. Si acaso tiene ese componente de que estás en tu tierra, que estás rodeado de gente con la que coincidiste desde muy pequeñito, donde además has jugado… son añadidos que en otros clubs no he tenido y que en este caso no se pueden evidentemente obviar. Eso exige un poco más de responsabilidad, quizás, pero también lo afrontas con más ilusión si cabe.

–Difícil decirle que no al Gran Canaria por todo lo que le rodea.

–Tampoco sabría dar una respuesta objetiva. Sentí que tenía que venir, simplemente, y aquí estoy. Con eso me quedo, con ese sentimiento.