Examen para nota del Gran Canaria en el Wizink Center
Los claretianos, al completo, se plantan hoy en la guarida de un Real Madrid mermado por las numerosas bajas pero igual de sólido que de costumbre
Cita exigente. Examen de nota para un Club Baloncesto Gran Canaria aún en proceso de solidez, esa que Porfi Fisac solicita jornada tras jornada a los suyos para asentar un baloncesto aún con lagunas e intermitente.
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Es, sin duda, capaz de lo bueno y también de lo malo el Granca en este inicio de curso. Y hoy en el Wizink Center (11.30 horas, Movistar Deportes) está obligado a mostrar su mejor versión para hacerle cara a un Real Madrid con muchas dudas, pero igual de fiero, o más, que de costumbre.
A las bajas ya conocidas de Randoloph y Thompkins, no contó Pablo Laso en su última cita entre semana de Euroliga ni con Sergio Llull, debido a unas molestias en el hombro, ni con Tavares, con permiso del club por su paternidad. Además, Nigel Williams-Goss sufre una lesión en el tendón extensor del tercer dedo de la mano izquierda.
Bajas, la del expívot claretiano Tavares está por confirmar, que merman un potencial blanco al que, sin embargo, le sigue sobrando dinamita para dar batalla e imponerse a cualquiera, como demostró ante el potente Fenerbahce hace solo unos días con un triunfo de casta (70-69).
Sabe bien Fisac que para doblegar a uno de los grandes de Europa no queda otra que rayar la perfección. Es, básicamente, lo que le pide el técnico de los claretianos hoy a sus guerreros. No dejarse nada para, como mínimo, tener opciones a un triunfo que se le resiste al Granca en la capital de España, donde no gana a los blancos desde el 2017.
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Contará con todo su arsenal el técnico segoviano. El su rotación estará incluso Oliver Stevic, el veterano pívot que no se ha podido entrenar durante toda la semana debido a molestias en la fascia pero que, si el físico le aguanta, echará una mano.
El resto de la plantilla está lista para una batalla de nivel extremo. Para intentar invadir el feudo de un Madrid colíder e invicto aún en la Liga Endesa. Una prueba de madurez para los amarillos que, ya metidos en jornadas dobles semanales, la exigencia física obliga a repartir minutos para no desgastar una plantilla amplia y con calidad de sobra no solo para dosificar esfuerzos si no para ser competitivo en cualquier cancha.
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Es en partidos como el de hoy donde las piezas claves están obligadas a tirar del carro. Donde el Granca mide su grado calidad para codearse con los más grandes. Que lo tiene.
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