Un tridente para ilusionar y con sueños por cumplir

La selección nacional absoluta femenina firma un ciclo triunfal desde la llegada de Lucas Mondelo al banquillo, escribiendo muchas de las páginas más gloriosas del baloncesto español sin bajar del podio desde 2013 y luciendo con orgullo tres medallas de oro (Eurobasket de Francia en 2013, Eurobasket de la República Checa en 2017 y Eurobasket de Serbia en 2019), dos de plata (Mundial de Turquía en 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016) y dos de bronce (Eurobasket de Rumanía y Hungría en 2015 y Mundial de España en 2018).

El trabajo del entrenador catalán y de una generación de jugadoras inigualable catapultaron al deporte español a cotas impensables y, a día de hoy, multiplica la ilusión ante un 2021 que se presentará con el desafío de hacer historia en el Eurobasket que albergarán Francia y España, con sede única en Valencia, y en los Juegos Olímpicos de Tokio.

La motivación del combinado nacional es máxima como se comprobó hace unos días durante la concentración en L'Alqueria del Basket de Valencia y en el pabellón de La Fuente de San Luis, la cual se llevó a cabo en burbuja para extremar la seguridad y evitar al máximo el riesgo de contagio. Mondelo aprovechó el parón por la celebración de la ventana FIBA de clasificación para el certamen continental para enfocar el objetivo del próximo verano con 19 integrantes de una lista en la que, si no hay sorpresas en los próximos meses, saldrán los nombres definitivos para ambas citas.

En un roster con ilustres como Laia Palau, Silvia Domínguez, Anna Cruz, Alba Torrens, Laura Nicholls o Laura Gil sobresalen tres motivos de orgullo para el baloncesto canario: Leonor Rodríguez, Astou Ndour y Maite Cazorla. Un tridente para ilusionarse y con muchos sueños por cumplir. Tras el logro de que Leonor, Astou y Leticia Romero -base agüimense del Valencia Basket que retoma su nivel tras una grave lesión- se colgaran la presea olímpica de plata en Río, podría repetirse en Tokio una imagen para el recuerdo y, cómo no, un espaldarazo para la enorme labor que realiza el SPAR Gran Canaria en su vivero inagotable.

El sueño está más vivo que nunca porque su madurez deportiva y su impacto en el juego ponen de manifiesto el talento y el desparpajo de tres productos del terruño en constante crecimiento.

Astou Ndour, de 26 años, es vital para Lucas Mondelo. La torre de la selección y un factor diferencial en los grandes acontecimientos. Ahora, en las filas del Hatay Büyüksehir Belediyespor turco, la MVP del pasado Eurobasket en Serbia asegura que «la concentración estuvo muy bien. Necesitábamos este espacio para volver a encontrarnos y trabajar juntas porque viene un verano intenso en 2021 con retos históricos por delante. Hemos aprendido cosas y nos ha ido genial».

«Primero, tenemos que prepararnos mentalmente muy bien porque será intenso tener un Eurobasket en casa y unos JJ.OO. en pocos días. Luego, hay que preparar bien el cuerpo y ser fieles a lo que nos ha hecho tener éxito en los últimos tiempos. Yo estoy muy ilusionada, y ese es el ambiente en el grupo», relata la jugadora senegalesa que aterrizó en la isla con 14 años y, merced al trabajo de Domingo Díaz, Begoña Santana y su equipo técnico, relanzó una trayectoria meteórica a nivel de selección y de clubes en Europa y en la WNBA norteamericana.

Por su parte, Leonor Rodríguez y Maite Cazorla componen un tándem perfecto en un histórico Perfumerías Avenida de Salamanca que conquistó la Supercopa y, de momento, se mantiene invicto en la Liga Femenina Endesa. Leonor, de 29 años y que cuenta con una medalla de oro y dos de plata con la absoluta, apunta que «siempre es una gran ilusión y un privilegio ir con la selección española. Ojalá este verano se pueda disputar tanto el Campeonato de Europa como las Olimpiadas. Ir a otros Juegos Olímpicos sería un sueño mágico, pero si algo hemos aprendido estos meses es centrarnos en el día a día».

Cazorla, de 23 años y hermana de los exjugadores Juan Pedro y Carlos, se formó en el Segle XXI catalán desde los 14 años tras comenzar en las categorías inferiores del Teresianas y del CB Islas Canarias, justo antes de incorporarse a la Universidad de Oregón Ducks y tocar el cielo con la franquicia WNBA Atlanta Dream.

Disfruta con Roberto Íñiguez en un candidato a todo y, tras coleccionar medallas en las categorías de formación, dice que «estoy contenta por compartir unos días intensos con la selección. Hay ilusión por poder estar en esos dos eventos. A toda jugadora le gustaría poder estar ahí».