Ernesto Caballero y Karina Garantiva, este jueves, junto al cartel anunciador de 'Orestíada', en el Teatro Cuyás. C7

'Orestíada' ofrece en el Cuyás «una reflexión» sobre el papel de la justicia frente a la guerra

Ernesto Caballero dirige la versión de Karina Garantivá del clásico de Esquilo, que se representa este viernes y sábado, a las 19.30 horas

Victoriano Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 30 de mayo 2025, 02:00

La justicia puede no ser perfecta. Incluso, puede no ser justa. Pero alcanza cotas de perfección máxima, a pesar de sus luces y sombras, frente al ojo por ojo y la barbarie desmedida de la venganza y los conflictos bélicos. Esta es una de las principales lecturas de la 'Orestíada' de Esquilo, uno de los grandes clásicos del teatro grecolatino, que este viernes y sábado, a partir de las 19.30 horas, emerge en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria.

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Lo hace gracias a una versión escrita por Karina Garavantivá, dirigida por Ernesto Caballero y protagonizada por un elenco formado por Elisabeth Gelabert, Gabriel Garbisu, Olivia Baglivi, Nicolás Illoro y Alberto Fonseca.

Caballero destaca que esta obra de Esquilo es una trilogía que fue capaz de sentar las bases de buena parte del teatro que llegó con posterioridad. Hasta el punto de que fundó la figura del «héroe contemporáneo que se pregunta qué debe hacer» y sirvió a William Shakespeare como inspiración para una de sus tragedias más celebradas e inmortales, 'Hamlet'.

«La Orestíada es una tragedia curiosa, porque tiene un final feliz» o al menos «agridulce», avanza Caballero, cuando «la diosa Atenea instaura la justicia, apuesta por la presunción de inocencia y por escuchar las distintas voces sobre un mismo hecho.

«La obra plantea qué hacer frente a los distintos ciclos de guerra, donde imperan la violencia y la venganza. Remite a los conflictos bélicos que hoy estamos viviendo en algunas partes del mundo», subraya el director mientras hace hincapié en la actualidad de las cuestiones que abordó Esquilo hace más de 2.000 años.

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La justicia frente a la Ley del Talión fue la apuesta de Esquilo en una Grecia que no tuvo consolidada la democracia hasta la época de Pericles, puntualiza el director del montaje.

«La 'Orestíada' plantea una pregunta muy interesante: ¿Si lo legal es lo justo, qué pasa con la justicia que trasciende la legalidad? Es algo que está muy presente en toda la tragedia griega», apunta Ernesto Caballero, que aclara que ni el original ni esta versión «toman partido», solo invitan al espectador «a reflexionar».

Karina Garavantivá firma la adaptación de esta historia que parte cuando un hijo, para vengar a su padre, mata a su madre. «Hemos apostado por una versión respetuosa en cuanto a lo que se cuenta. No hemos hecho una intervención radical, pero sí que hemos despojado el lenguaje para que el público de hoy piense en las guerras contemporáneas. También hemos trabajado sobre la trama, porque el original es un texto con una belleza absoluta, pero con giros muy primitivos para el espectador de hoy. Hemos incluido transiciones que lo explican todo mejor», señala.

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Este proyecto se enmarca dentro de las iniciativas del colectivo Teatro Urgente. «Apostamos por un punto de encuentro ciudadano, que el teatro haga sociedad, que se acepte la crítica y la voz discordante, algo que hoy se ha olvidado. El que discrepa se convierte automáticamente en un sospechoso, cuando lo que hay que hacer es dialogar, escuchar y ponerse en la piel del otro», defiende Ernesto Caballero ante la polarización y la crispación reinante en la actualidad.

Escénicamente, esta 'Orestíada' rompe la cuarta pared, para así «'tocar' al público mientras se celebra un juicio», desgrana Ernesto Caballero. De esta forma el papel del coro, elemento habitual de los montajes grecolatinos, lo asumen los espectadores que asisten a la obra.

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«El montaje recupera el espíritu de ritual, donde se crean los efectos escénicos a la vista de los espectadores», comenta Karina Garavantivá. La iluminación y la música son otras piezas clave en este montaje.

Bastian Iglesias no solo es el responsable de la música de 'Orestíada', sobre el escenario se convierte «en un actor más», dice Ernesto Caballero, mientras toca en directo el teremín, instrumento musical donde el sonido se genera por dos oscilaciones de alta frecuencia que se controlan por el movimiento de las manos en el aire.

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