Marina Reche y su paso de la claridad a la oscuridad para sanar

Era la primera vez que la artista ilicitana Marina Reche recalaba en Las Palmas de Gran Canaria para encontrarse con sus seguidores, que agotaron todas las entradas para el concierto que dio este sábado en la sala Alboroto. Horas antes de la apertura de puertas, cientos de personas hacían cola para encontrarse con la cantante.

Muchos curiosos se acercaban a preguntar para qué estaban esperando allí a aquellos que rodeaban la plaza de Las Ranas. «Es por el concierto de Marina Reche», respondió un grupo de amigas que, segundos antes, revisaba en su teléfono las publicaciones de la artista en redes sociales, donde se la podía ver emocionada por cantar para su público canario.

Y así, a las 21.05 horas, la sonrisa de Marina iluminó todo el recinto. Con 'Lo he intentado' calentó motores para dar la bienvenida a sus seguidores, que corearon todas y cada una de las canciones. «Es de las ciudades donde más fuerte han cantado», se sorprendió la intérprete en un momento de su espectáculo.

Como la propia cantante prometió, durante la hora y cuarto de su concierto hubo momentos para cantar, bailar y llorar «un poquito». Hizo un recorrido por su repertorio, caracterizado por una sensibilidad que desgarra, letras con las que cualquiera puede sentirse identificado y una voz inconfundible que hizo las delicias de los oídos de sus seguidores.

Su primera ruptura sentimental «más dolorosa» hizo que, como una catarsis, naciera 'Oscuridad', su último EP, con canciones como 'Quien me enseñó a amar', '870', 'Buenos Aires' o 'Así', que no faltaron en el concierto de este sábado.

Pero también hubo tiempo para la 'Claridad', su primer mini álbum, publicado en 2023, con letras que, como reconoció, tratan sobre sus experiencias personales. Sonaron temas como 'Dos extraños', 'Por si quieres volver' y '13+1'. Este último tema logró arrancar las primeras lágrimas entre el público.

Uno de los momentos más especiales de la noche fue su interpretación de 'Mil preguntas', una canción que escribió en uno de sus momentos «más vulnerables» y que justo este sabádo cumplió un año de su lanzamiento. Cuando resonaron los últimos acordes, el público la arropó con vítores y aplausos.

Marina demostró ser una artista cercana con su público, pues no dejó de interactuar con él en ningún momento. Muchos aprovecharon para regalarle pulseras, una bandera de Canarias e incluso un retrato suyo. Sus seguidores, muy entregados, no dudaron en corear el inconfundible «pío, pío» a la intérprete.

Y llegó la despedida. Con 'No me ves', tanto ella como su banda agradecieron a los asistentes ser un público «tan entregado», al que prometieron volver muy pronto.

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