Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 5 de diciembre de 2025
Imagen panorámica de Temisas. Arcadio Suárez

Temisas: un tesoro escondido entre olivos y estrellas

Curva tras curva, entre barrancos y palmeras, Temisas se revela como un rincón suspendido en el tiempo en el sureste de Gran Canaria. Declarado Caserío Canario Representativo, este pueblo de casas blancas y tejados rojizos guarda tradiciones, cielos limpios y agua fresca para disfrutar del verano

Jorge Rivero Pablos

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 31 de julio 2025

A veces basta con coger el volante y dejarse llevar por las carreteras que se retuercen entre montañas y barrancos para ir descubrir, curva a curva, los secretos que esconde Gran Canaria. Así, sin prisa ni aviso, emergen lugares con alma. Temisas, en el sureste de Gran Canaria, es uno de ellos.

Desde Agüimes, el paisaje seco y silencioso parece prometer poco. Hasta que, a mitad de camino, surge el murmullo de los visitantes del Barranco de las Vacas, ese rincón que ya no es tan secreto gracias al poder mediático, y aveces devastador, de las redes sociales sobre el territorio. Poco después, como si el camino quisiera recompensarte, aparece Temisas: un caserío de casas blancas y tejados rojizos, bañado por una luz atlántica que lo hace brillar con una luz especial.

Como escribió Miguel Jiménez, temisense de cuna, en unos de versos que hoy se convierte en metáfora perfecta de lo que representa el pueblo: «Temisas, ¡qué linda y qué bella!; sus olivos, sus montañas, y de noche, sus estrellas

1. Vistas panorámica del Temisas. 2. Iglesia de San Miguel Arcángel. 3. Vista de la costa de Gran Canaria desde Temisas. Arcadio Suárez
Imagen principal - 1. Vistas panorámica del Temisas. 2. Iglesia de San Miguel Arcángel. 3. Vista de la costa de Gran Canaria desde Temisas.
Imagen secundaria 1 - 1. Vistas panorámica del Temisas. 2. Iglesia de San Miguel Arcángel. 3. Vista de la costa de Gran Canaria desde Temisas.
Imagen secundaria 2 - 1. Vistas panorámica del Temisas. 2. Iglesia de San Miguel Arcángel. 3. Vista de la costa de Gran Canaria desde Temisas.

Temisas es una fiel representación de las islas. Declarado Caserío Canario Representativo por el Gobierno de Canarias, conserva intacta su arquitectura tradicional: construcciones sencillas, integradas en la pendiente de ladera, rodeadas de palmeras endémicas que completan una postal de un verano canario perpetuo.

Temisas guarda uno de los pocos cultivos tradicionales de olivo que aún sobreviven en Canarias, con árboles de troncos retorcidos y una historia ancestral que sigue dando fruto. El aceite se extrae en almazaras municipales donde los vecinos llevan su cosecha, manteniendo viva la tradición. Curiosamente, en la zona aún se conservan molinos que datan del siglo XVI, testigos silenciosos de esta herencia. Como explica Miguel Jiménez, «aquí el aceite principal es el 'Caserío de Temisas', que además de ser el más importante, es municipal y público» Y como él mismo escribió: «del olivo caen sus frutos, el orujo fuera, el oro mana cual lento torrente, cual río de lava».

Miguel Jiménez, enamorado de su tierra natal y exconcejal del Ayuntamiento de Agüimes. Arcadio Suárez

Miguel, vecino jubilado del Cuerpo de Agentes del Medio Ambiente y exconcejal del Ayuntamiento de Agüimes en dos etapas, mantiene viva su conexión con el pueblo a pesar del tiempo y la distancia que le separa en la actualidad. Su compromiso con Temisas se materializa en la creación de la Red de Riego a la Demanda en el Valle, un proyecto clave para combatir la escasez hídrica que amenaza la agricultura local. «Es un plan muy valioso, que podría solucionar el grave problema de sequía que sufre Temisas, un lugar que hace 60 o 70 años fue uno de los más verdes y con más agua de Gran Canaria», explica Jiménez, subrayando que de esta manera «la gente le podría dedicar cariño al terruño, a sus olivares, a sus huertas».

Lo cierto es que Temisas no solo sufre problemas relacionados con la sequía; como tantos otros pueblos de la isla, el éxodo rural supone una problemática creciente. «La juventud se va a estudiar y no vuelve, en cambio la gente mayor se queda. Esto ocurre en muchos lugares, y lo llamo la Canarias vaciada», señala. Por ello, las actividades tradicionalmente ligadas al campo pierden el valor que merecen: «El campo ya no da para vivir, la gente joven cultiva como hobby».

Una ventana al espacio

Temisas es una ventana al universo. En la cima de la Montaña de Arriba se alza su observatorio astronómico, gestionado por la Fundación Canaria Observatorio de Temisas, de la que Miguel es cofundador. Nacido del compromiso con la protección del cielo nocturno y la lucha contra la contaminación lumínica, este espacio rural ofrece sesiones guiadas, talleres y actividades familiares que acercan el cosmos a cualquiera que levante la vista. Entre olivos, casas blancas y un silencio casi cósmico, observar las estrellas desde Temisas es también una forma de volver a lo esencial.

Observatorio astronómico de Temisas. Arcadio Suárez

Un oasis escondido

Esta localidad del municipio de Agüimes es un auténtico tesoro para decenas de familias que encuentran en su piscina municipal un refugio frente al ritmo acelerado de la costa. Espacio público y corazón del verano en Temisas, acoge tanto a vecinos como a visitantes que buscan calma y aire limpio entre las montañas. «Para mí, Temisas es todo en mi vida. Tengo 51 años y nunca me he ido de aquí. Aquí nací, aquí vivo y aquí espero morir. Esto es un paraíso para mí», confiesa con orgullo Juana Sánchez, vecina del pueblo.

Aquí no hay beach clubs ni cócteles con sombrilla. Pero hay sombra, charlas, y un agua fresquita que sabe mejor porque se comparte con una auténtica familia.

En este rincón, los niños olvidan las obligaciones del curso y hacen amigos con los que comparten días enteros en el agua. El ambiente es familiar y espontáneo: tertulias improvisadas, bromas, risas y abrazos llenan las horas bajo el sol.

Incluso hay quienes vienen de otros puntos de la isla para disfrutar del encanto discreto de este lugar. Es el caso de Rayco, que llega desde Vecindario junto a su mujer y su hija, buscando escapar del bullicio turístico del sur. Y como resume Juana, con una sonrisa cómplice: «No podemos decirlo en alto, porque esto es un tesoro escondido. Y si lo decimos, pues ya no es nuestro secreto más deseado».

1. Juana Sánchez, vecina de Temisas. 2. Piscina pública de Temisas. 3. Rayco, grancanario que veranea en el pueblo. Arcadio Suárez
Imagen principal - 1. Juana Sánchez, vecina de Temisas. 2. Piscina pública de Temisas. 3. Rayco, grancanario que veranea en el pueblo.
Imagen secundaria 1 - 1. Juana Sánchez, vecina de Temisas. 2. Piscina pública de Temisas. 3. Rayco, grancanario que veranea en el pueblo.
Imagen secundaria 2 - 1. Juana Sánchez, vecina de Temisas. 2. Piscina pública de Temisas. 3. Rayco, grancanario que veranea en el pueblo.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 Temisas: un tesoro escondido entre olivos y estrellas

Temisas: un tesoro escondido entre olivos y estrellas