Los Olivos, un tesoro en peligro
Este centro ecológico y cultura de las medianías, único en Canarias, se encuentra sin visitantes y al borde del cierre por culpa de la pandemia, por lo que suplica apoyo a las instituciones
hectáreas de superficie son las dimensiones de esta enorme finca que acoge la única cadena de envasado de aceituna del archipiélago destinada, además de al consumo, a la elaboración de aceite virgen.
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En 2019, la Finca Los Olivos recibió la visita de 11.000 escolares y 10.870 turistas. Hoy este contador está prácticamente a cero. La pandemia ha dejado a la única granja escuela y aula de la naturaleza privada de Canarias al borde del precipicio. Un joya enclavada en las medianías de Telde con cinco hectáreas de superficie en las que, más allá de albergar una diversa y extensa flora canaria, conviven 70 aves exóticas de todos los continentes, además de vacas, cochinos, cabras y otros animales comunes que conforman un parque zoológico único en el archipiélago.
Un tesoro que clama ayuda a gritos para poder seguir generando empleo y ofreciendo un servicio educativo y de ocio que ha ido creciendo desde que se inaugurara en 2011 y que ahora, con el parón en seco de la actividad, corre el peligro de desaparecer. «Esto no es negocio, mis negocios son otros, esto lo hago por placer pero sin ayuda no lo podré mantener», les explicaba el propietario de la finca, José Luis Moreno, a los consejeros del Cabildo, Inés Jiménez, Olaia Morán y Miguel Hidalgo, durante su visita por este enorme centro ecológico y cultural.
Los representantes públicos, encandilados por las maravillas del lugar, coincidieron en la necesidad de apoyar esta iniciativa para evitar su cierre. «Tenemos que estar del lado de estas actividades sostenibles, en mi caso con plantaciones de especies autóctonas y colaborando con la gestión de residuos», explicaba Jiménez, la responsable del área de Medioambiente y Residuos.
El centro, además, se erige como la única cadena de envasado de aceitunas de Canarias. Una parte de la producción se destina al consumo y la otra a la elaboración de aceite virgen de primer nivel. No en vano, Los Olivos presume de dos medallas de oro obtenidas en catas a ciegas en el Festival Internacional de Bruselas.
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«Es un privilegio para Canarias contar con un lugar como este. Aquí podríamos organizar cursos de formación de educación no formal porque existen unos espacios interesantes para cultivos y ganadería ecológica», razonó la consejera de Educación y Juventud, añadiendo que sería un crimen dejar perder la actividad que se desarrolla en este singular paraje.
Los Olivos posee también un faceta agropecuaria, ofreciendo talleres de agricultura ecológica, pero los enormes costes, aún sin visitantes, que supone mantenerlo, hacen inviable su supervivencia sin la intervención de las administraciones. «Este espacio necesita del apoyo de las instituciones insulares y regionales porque Los Olivos es fundamental para la formación de los miles de niños que pasan por aquí, para que sepan que los productos no salen de la nevera sino de la tierra y que hay que elaborarlos», señalaba Miguel Hidalgo, consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria sobre Los Olivos, una finca única en Canarias.
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