Divertido. No es un belén al uso. Las escenas y las figuras tienen una vis cómica, incluso en los rostros. ARCADIO SUÁREZ

Manitas que modelan Navidad

Taller. Un centenar de escolares colaboró en hacer el nacimiento de plastilina de la biblioteca Saulo Torón. Un monitor les enseñó la técnica. Se les dio un armazón y ellos pusieron su arte

Lunes, 20 de diciembre 2021, 00:00

A Selena no le cabía duda alguna. Sabía que su obra no se parecía demasiado al modelo que les dejaron sobre la mesa, así que, ni corta ni perezosa, le cambió de identidad. Había decidido que lo que tenía entre sus manos era un perro. Y tan contenta. No tuvo la misma destreza con la plastilina que Claudia, que, en la mesa de al lado, sí se atrevió con la cabra que les pidieron modelar. Sea como fuere, las dos colocaron al final sus figuras en el belén de plastilina que presidirá la sala principal de la biblioteca Saulo Torón, en Arnao, esta Navidad y que, sin duda, se convertirá en uno de los más originales de cuantos se exponen en estas fechas en Telde. No solo por el material del que está hecho y su divertida paleta de colores, sino por su vis cómica. Como el burro que sostiene el biberón para dárselo al Niño Jesús, o el crío que se ruboriza porque se le levantó la falda a su madre.

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Selena y Claudia y un centenar de niños del colegio María Auxiliadora tuvieron la suerte de participar días atrás en un taller organizado por Gestel en el que se daban de la mano los cuentos con la creación colectiva de un simpático y muy colorido nacimiento de plastilina. Durante toda la mañana fueron pasando los cursos por la biblioteca. Mientras unos participaban fuera, al aire libre, en una actividad vinculada a la literatura, en la que una monitora les sumergía en el entretenido mundo de la narración oral, otros se fajaban con un grupo de monitoras en el manejo de la plastilina para confeccionar sus propias figuras del belén.

Según la edad, les tocó un tipo de pieza distinta. A los más pequeños, de 4 y 5 años, les asignaron la confección de elementos de atrezo del belén que les exigieran menos pericia. Por ejemplo, las frutas y verduras del mercado, o la vajilla, menaje o loza de una vivienda. A los de los primeros cursos de Primaria les animaron a atreverse a hacer figuras de animales, desde cochinos a cabras. Y a los mayores les pusieron el reto de modelar personajes humanoides. Luego, todos se ganaron el derecho de que sus creaciones formaran parte del nacimiento de la biblioteca. Una mano final, reparadora, de los monitores, dejó las piezas en estado de revista para que al final el portal luzca con cierta coherencia artística.

En la trastienda de la actividad estuvieron Raúl Cabrera y su equipo, Elisabeth Pinho de Mora y Claudia Gaitán, todos de Bichos, una empresa tinerfeña especializada en gestión cultural. No solo les ayudaron a hacerlo, sino que les facilitaron la tarea proporcionándoles unos armazones hechos de alambre y corcho que ya les daba el modelo de partida. «Lo que buscamos es que los niños interactúen con el belén, que no se limiten solo a mirarlo», explicó Cabrera. «Nosotros les damos la posición que tendrá el personaje o el animal, y una definición, por ejemplo, niño pequeño con un perro». Y les enseñaron, muy someramente, la técnica para imitar las telas, para que el rostro exprese alegría o tristeza, o para que la cara sea la de un niño o la de un adulto. Lo único que hicieron los monitores fueron las piezas principales, como el Misterio, los Reyes Magos y Herodes. El resto es fruto del trabajo y de la creatividad de los pequeños, que, encima, ahora tendrán la oportunidad de volver a visitarlo con sus familias y mostrarles orgullosos su aportación.

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