Un conflicto vecinal deja sin comida a 85 familias asistidas por Hoyporti Gran Canaria
Jazael Quevedo, fundador de la plataforma, denuncia que un vecino ha cerrado el local social del Calero Alto donde guardaban la comida donada tras quitarle la presidencia de la asociación de vecinos
La plataforma sin ánimo de lucro 'Hoyporti Gran Canaria', fundada por Jazael Quevedo, un cocinero que se dedicó durante la pandemia a preparar comida caliente y llevarla a casa de familias necesitadas, ha dejado de asistir a 85 familias de toda la isla como consecuencia de un conflicto vecinal que les ha dejado sin acceso al lugar donde guardaban la comida que iba a ser destinada a personas vulnerables.
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Hoy se cumplen diez días desde que los alimentos donados por diferentes empresas y personas anónimas siguen encerrados en el local social de la asociación de vecinos Nuevas Bases, de El Calero Alto, después de que un vecino, presidente de este colectivo desde hace varios años, haya cambiado la cerradura del edificio.
Este hecho se dio justo después de que el cocinero solidario decidiera registrar formalmente una nueva directiva de la asociación vecinal en el Gobierno de Canarias, aprovechando que dicha institución regional no tenía constancia de cuál era su formación desde 2008, según argumentó él mismo en la rueda de prensa que concedió este miércoles en el Círculo Cultural de Telde.
Jazael ya no cocina para las familias, pero sí les sigue tendiendo la mano con bolsas de comida. Por ello le preocupan los sacos de papas, los zumos, la leche, el pescado, el pollo, la fruta, las verduras, los yogures y los productos para bebés que allí están encarcelados. Además, «el olor de las papas pueden llamar a las ratas, pero este señor parece que eso no le preocupan ya que mantiene las ventanas abiertas», asevera.
Ya ha iniciado un canal de comunicación para solicitar ayuda a las Concejalías de Patrimonio y de Participación Ciudadana para que interfiera en esta delicada situación, puesto que, además, este vecino, en palabras del propio Jazael, «presuntamente, se ha estado lucrando ilegalmente con este espacio público montando un gimnasio y alquilándolo a terceros para ejercer trabajos de fisioterapia y para celebraciones de cumpleaños».
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Su objetivo es que este lugar «vuelva a ser de los vecinos cuanto antes para que puedan disfrutar de él como se merecen y para poder seguir ayudando a los más necesitados», especifica.
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