Los tajos de Tenefé, a punto de sal
Mejoras. Tres proyectos, uno casi listo y dos en camino, dejarán a las salinas en el estado óptimo para seguir operativas 200 años después y, además, recibir visitantes
Nada menos que 200 años, al lado mismo de donde el mar bate con más fuerza y en la comarca más ventosa de la isla. En tan difíciles condiciones ha logrado sobrevivir la industria artesanal de las salinas de Tenefé, en la costa de Santa Lucía. Pero el tiempo pasa y deja huella, tanta, que las instituciones impulsan estos días varias acciones para ponerlas otra vez a punto. A punto de sal.
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En camino están dos proyectos y hay un tercero que está a un paso de culminarse. Detrás de los tres anda el Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana, el propietario de esta reliquia etnográfica de 20.000 metros cuadrados construida a finales del siglo XVIII, y el impulsor de estas iniciativas, pero la financiación, en estos tres casos, corre de la mano del Cabildo.
Francisco García, concejal de Obras, explica que entre las dos propuestas que se ejecutarán en breve figura una para el acondicionamiento y la limpieza de los 386 tajos en los que se produce la sal. Debido al abandono al que estuvieron sometidos años atrás, muchos de ellos presentan un importante deterioro, hasta el punto de que unos directamente no pueden usarse y otros, por su parte, no generan sal ni en la cantidad ni en la calidad a la que deberían. Para remediarlo se invertirán 140.000 euros para que, en un plazo de cinco meses, se proceda a limpiar los cristalizadores o tajos, a retirar los sedimentos, a aportarles barro para los fondos y trazar bien los balaches, apisonar y garantizar la estanqueidad de los fondos, reponer las canalizaciones de riego primarios y secundarios y consolidar el borde perimetral de mampostería irregular. Esta actuación será financiada con una aportación directa desde Presidencia del Cabildo.
De este mismo departamento, informa García, saldrá la partida que permitirá invertir en el otro proyecto que está cocinándose: la dotación del nuevo equipamiento didáctico para el centro de interpretación de este espacio declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Etnológico. En este caso, se destinarán 45.000 euros para que en un plazo de dos meses sea trasladada la sala de exposición desde la segunda planta de la antigua casa del salinero, que no es adecuada para personas con movilidad reducida, a la planta baja. Allí se colocarán ocho paneles explicativos que versarán desde sobre la sal en la historia de la humanidad y de Canarias a la propia historia de estas salinas o los tipos de sal. El proyecto permitirá renovar también la instalación eléctrica, el pintado de la sala, puertas y pavimento, la colocación de vinilos, la restauración del molino de sal fina y la dotación de mobiliario.
Pero a estos dos proyectos se le suma otro, obra de José Manuel Suárez, arquitecto del Ayuntamiento, que ya está a punto de que se culmine y que también fue financiado por el Cabildo, aunque en este caso por la Consejería de Sector Primario. Se centró en reparar los cuatro cocederos con los que cuenta Tenefé. Según informa Guacimara Delgado, arquitecta que asumió la asistencia técnica por encargo del Cabildo, se consolidaron y reconstruyeron los muros de mampostería de cal y piedra seca de los cocederos, se consolidó la boca del tomadero y se limpió, se recuperó el muro de defensa del cocedero de captación y se apisonaron los fondos. Solo restan dos acciones: resolver la estanqueidad de dos de los cocederos para que no haya pérdidas de agua, para lo que hay que aportarles barro y apisonarlo, e instalar una pequeña pasarela para visitantes en los tajos más próximos al almacén o centro de interpretación.
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La obra ha sido ejecutada por la constructora Hermanos Medina la Herradura S.L., pero la acción más delicada y artesanal fue obra de Ángel Rosario y su hijo Marcos, los pedreros, que repusieron con maestría los muros, piedra a piedra. Carlos Martell, desde Extensión Agraria del Cabildo, como director de obra, y José González, desde Patrimonio Histórico, supervisaron que la ejecución respetase en todo momento el valor de un espacio único que en breve recuperará el esplendor de sus orígenes.
Mientras tanto, los actuales gestores de las salinas, BRC Infraestructuras Hidráulicas, tratan de dinamizarlas ofreciendo a los visitantes un tour guiado y una degustación con productos kilómetro cero y sal. Conviene llamar antes y reservar.
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