San Bartolomé de Tirajana recurrirá a un contrato externo para tapiar el Metro
Obras responde a Urbanismo que no cuenta con recursos propios para ejecutar el cerramiento del centro comercial tal y como lo exigen los técnicos
Nuevo capítulo en el eterno procedimiento iniciado por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana para tapiar los accesos al centro comercial Metro, un complejo abandonado y en ruinas que se ha convertido en un riesgo para la seguridad en pleno centro turístico de Playa del Inglés, al lado del Templo Ecuménico. El Ayuntamiento baraja ahora recurrir a una contratación externa para la ejecución de las obras.
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El gobierno local de PP-AV y CC opta por esta alternativa después de que haya constatado de que en estos momentos no cuenta con recursos propios para afrontar los trabajos directamente. En función del coste que tengan estas obras, la corporación tardará más o menos tiempo, porque, según sea la cuantía, podrá bastarse con un contrato menor, que será más rápido, o, por el contrario, recurrir a una licitación pública.
El Ayuntamiento llega a esta conclusión después de que la concejalía de Obras respondiese a la de Urbanismo que no cuenta con personal ni recursos propios para ejecutar el cerramiento tal y como lo exigen los técnicos. En realidad, esta actuación tendría que haber sido realizada por la propia comunidad de propietarios del Metro, pero, dada su renuncia, correrá a cargo del Ayuntamiento, que afrontará las obras de forma subsidiaria y luego les pasará la factura.
El primer encargo a Obras fue en octubre de 2024, pero pidió que se le concretara cómo debía hacerlo. Un técnico de Urbanismo visitó el Metro en mayo pasado y fijó entonces los criterios, que pasan por condenar los 10 puntos de acceso que comunican la vía pública con el centro comercial Metro, lo que en la práctica conllevará también el cierre de los pocos locales que siguen activos y abiertos, entre ellos un supermercado, una perfumería y un bar, pese a que el complejo lleva en ruinas desde hace años.
Los cerramientos deberán contar con una altura de, al menos, tres metros y pueden estar formados por tapias de fábrica de bloques de hormigón vibroprensado, por un vallado metálico con chapas o por otras soluciones con funciones análogas. En todo caso, estas oclusiones no deberán dejar rincones ni superficies horizontales o asideros que faciliten que puedan ser escalados.
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