Los puesteros de Cruz de Tejeda insisten en que no se irán y que recurrirán el desahucio
comercio turístico ·
Las seis familias que quedan dejan claro que no se trasladarán «a las casetas de obra». Las ven un «montaje» para echarlos de sus puestos
Los seis puesteros que quedan operativos en Cruz de Tejeda plantarán batalla al Cabildo. Insisten en que no se irán ni entregarán las llaves y, una vez enterados por los medios de comunicación de que la corporación insular inicia el proceso de desahucio, anuncian que lo recurrirán ante los tribunales.
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Uno de ellos, Diego Herrera, sostiene que las «casetas de obra» a las que el Cabildo les ha pedido que se trasladen para poder ejecutar las obras de mejora previstas y ya contratadas en los puestos «son un montaje» para que ellos entreguen las llaves «sin una garantía» de que podrán volver, como asegura que ya ha pasado en otros lugares, como Tamadaba, Bandama, Llanos de la Pez o Ana López.
«No nos vamos a ir porque ya venimos aguantando una mentira tras otra del señor Teodoro Sosa», consejero insular de Patrimonio, que tramita el expediente. «En cuatro años no ha hecho nada y ahora nos quieren echar sin más». Recuerda que el 20 de septiembre de 2019 una comisión de los puesteros se reunió con Sosa para transmitirle sus preocupaciones sobre el estado de los kioscos y sobre el vencimiento de los contratos, que expiraron en julio del 2020.
A la espera de la subasta de los puestos
«Nos dijo que desde el minuto uno iba a realizar un pliego de condiciones para la nueva subasta». Luego vino la pandemia y los puesteros dicen que volvieron a dirigirse a Patrimonio. «Y otra vez nos dijeron que nos estuviésemos tranquilos», pero a día de hoy, se quejan, aún no ha salido la subasta. A estas alturas, asegura Herrera, ya no se fían de Sosa.
«Los kiosqueros de Cruz de Tejeda somos toda una institución que movemos el negocio de los alrededores», añade. «Aquí hemos estado desde hace más de 40 años, haga frío o calor». Y advierte de que no son solo 6 familias, sino que hay otras 100 que mueven sus productos kilómetro cero en estos puestos. Critica que el Cabildo les dejará «en la pobreza y en la exclusión social». Respecto a las obras, las apoyan, pero creen que hay otra forma de hacer las cosas.
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Jesús Macías, uno de los más veteranos, se queja además de que los containers habilitados «no reúnen las condiciones higiénico sanitarias» para el clima cumbrero. «Solo tienen la preinstalación de luz y no disponen de agua».
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