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Moha Gerehou, momentos antes de participar en la última jornada del Foro del Espal de este año. JUAN CARLOS ALONSO
«No podemos explicar un delito por la nacionalidad»

«No podemos explicar un delito por la nacionalidad»

Moha Gerehou, periodista de elDiario.es y expresidente de SOS Racismo en España, apela a la responsabilidad de los medios de comunicación al tratar noticias sobre migrantes

Gaumet Florido

Santa Lucía

Viernes, 23 de abril 2021, 01:00

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Gerehou, oscense de orígenes gambianos, participó este jueves en el IV Foro Internacional de Derechos Humanos del Espal, en Santa Lucía, que celebró su última jornada.

-¿Cuándo y cómo se convierten los medios de comunicación en herramientas del racismo?

-Es una cosa bastante vieja, que se repite. Por poner un ejemplo, la última la estamos viendo con la campaña de Vox contra los menores tutelados, los que se han venido llamando menas. Viene bien hacer un repaso de cómo un término administrativo ha acabado saltando a la opinión pública, se ha deshumanizado, se le ha quitado el componente de que son menores y se ha asociado a que son migrantes y delincuentes, con independencia de su edad. Con eso juega Vox, que lo que hace es tratar de sacar rédito político de la criminalización de los menores migrantes. En toda esta secuencia, los medios de comunicación han tenido un papel fundamental. Constantemente hemos visto en titulares, en la televisión y en la radio cómo el término mena se ha ido poniendo como sinónimo de delincuente. Eso ha contribuido a la deshumanización, y es el caldo de cultivo perfecto para que partidos sin escrúpulos como Vox decidan usarlo para criminalizar no solo a los menores, sino a cualquier migrante. Por eso digo que la responsabilidad de los medios es tan importante, de no reproducir retóricas racistas, de tratar de ser muy cuidadosos con el lenguaje que usamos en los titulares; no podemos explicar un suceso o un delito por la nacionalidad, como cuando vemos titulares que dicen: unos marroquíes han hecho tal cosa. Es como si el hecho de que sean marroquíes sea lo que explique que hayan cometido ese delito. ¿Si esos delincuentes fueran de Huesca se pondría unos oscenses han hecho esto, o más bien se pondría un grupo de personas o una banda organizada? ¿Por qué se hace ese hincapié en la etnia, en la procedencia o en la nacionalidad?

«Los medios han ayudado a amplificar lo que en Canarias está ocurriendo con la migración»

Moha gerehou

-Se pone el acento en el origen.

-Claro, eso es lo peligroso, cuando se trata de explicar hechos delictivos en base a la nacionalidad, al origen, a la religión, etcétera. Una cosa es que se pueda utilizar ese dato de una manera descriptiva en una información, y otra cosa es que se utilice como forma de explicar un suceso, que es en lo que estamos.

-¿Lo hacemos como productos de una estructura racista o jugamos un papel más activo?

-Ahí está una de las claves. Vivimos en una sociedad que es racista y, por desgracia, todos, sin excepción, reproducimos esas lógicas en nuestro día a día, ya sea en las relaciones de amistad, en el deporte o en los medios de comunicación. Hay que hacer un llamamiento a los medios de comunicación a entender la responsabilidad que desempeñan, de la misma forma que a un policía se le tiene que exigir una manera mucho más pulcra a la hora de detener un conflicto cualquiera. Las propias redacciones deben formarse y tratar de que, en la medida en que estamos contando la realidad de lo que está ocurriendo, no lo hagamos cayendo en lógicas racistas, pero tampoco en lógicas machistas u homofóbicas. Evidentemente es una cuestión estructural que consciente o inconscientemente acaba trasladándose a los titulares, a las emisoras o a las televisiones.

-¿Cree que, por la forma en que los medios abordamos la crisis migratoria, estamos también avivando el racismo?

-Sin duda. Creo que el caso de Canarias es muy paradigmático. Habrá mucha gente a la que le llamará la atención. Con la historia y la composición de la población canaria, que es de aquí y de allá, ¿cómo es posible que haya gente que salga a las calles, que se manifieste, o que se convoque para perseguir a los migrantes? Los medios han ayudado a amplificar lo que está ocurriendo, poniendo una y otra vez lo mal que lo hacen los migrantes, exagerándolo. Por ejemplo, cuando había un positivo de covid entre los migrante. Pese a que los índices de contagio en la sociedad española son muy superiores, se sigue asociando que estos migrantes no solo están viniendo, sino que encima nos están trayendo enfermedades. Los medios canarios han de hacer, uno, una reflexión interna, dos, formarse, y tres, tratar de hacer un periodismo que no caiga en el racismo.

-Las informaciones sobre migrantes disparan los comentarios. ¿Es partidario de introducir algún filtro respecto a aquellos abiertamente racistas?

-Ese es uno de los dilemas, pero esos comentarios no van a parar. Si los cierras en una noticia, seguirán en las redes sociales. Estas soluciones son complicadas. Entiendo que cada medio gestiona los comentarios como puede. Sí pienso que la gente que comenta esas noticas ni suelen representar a la audiencia de un periódico, ni suelen ser la opinión mayoritaria, aunque es verdad que es una minoría muy ruidosa. Lo importante es tener la conciencia tranquila a la hora de hacer las informaciones, que sean objetivas, que estén bien contrastadas y que no hayan caído en estigmatizar o criminalizar a una población. Evidentemente no soy partidario de ocultar un hecho que es noticia, pero se puede dar bien, sin estigmatizar ni criminalizar.

-¿Vería bien regularlo por ley?

-Lo que yo sí creo que da resultados es tener una formación y tener unos estándares altos en los medios de comunicación. Con eso no tendríamos que llegar a situaciones de tener que prohibir o regular. Lo estamos viendo, por ejemplo, con la lucha feminista. A día de hoy, cada día es más difícil ver que se cuente un asesinato machista como un crimen pasional. Esto ha sido el fruto, uno, de la presión del movimiento feminista durante muchos años, pero también de un esfuerzo de los medios de comunicación por hacer un mejor periodismo a la hora de contar estos hechos. Este mismo camino se puede recorrer en lo relacionado con el racismo.

-¿Y no echa de menos una presión social antirracista, como ya existe frente al machismo?

-Por desgracia, es cierto que todavía estamos un poco lejos de que la población tenga una conciencia antirracista lo suficientemente fuerte como para que seamos capaces de identificar las manifestaciones de racismo y de trabajar para que cuando ocurra un episodio de racismo, ya sea en el deporte, en el acceso a la vivienda o lo que sea, haya un consenso respecto a la respuesta que hay que adoptar. Por suerte, cada vez se está haciendo más ruido antirracista, hay más organizaciones antirracistas y sobre todo hay una generación de personas como yo, que hemos nacido en España, que tenemos un origen migrante, que nos consideramos oscenses, canarios, madrileños o lo que sea, y que queremos hacer entender que la sociedad española es diversa racialmente y que esa diversidad se tiene que notar no solo en lo que vemos en las calles, sino también en todos lados. Igual que entendemos que un asesinato machista nos hace peores como sociedad, hay que entender que un ataque racista nos hace peores y que es un ataque a toda la sociedad.

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