Masiva afluencia a Teror por la Romería del Pino

La romería-ofrenda vuelve a celebrarse con todo su esplendor en la villa mariana, que acoge entre hoy y mañana a miles de personas en su Fiesta Mayor.

La madre de todas las romerías de la isla regresa con todo su esplendor tres años después de su última edición, celebrada en 2019, después de dos años en blanco debido a la pandemia de la covid y lo hace con el formato que se repite desde 1952, ideado por Néstor Álamo.

La principal novedad en 2022 está en la figura de los camellos, que abren el cortejo. Son cuatro, procedentes de Maspalomas, los que, acompañados por sus camelleros y un grupo de mujeres ataviadas con el traje típico diseñado por Néstor, vuelvan a desfilar por la Calle Real. La última vez que se emplearon estos animales fue en 2017, tras 40 años de ausencia después de que fueran empleados con anterioridad en 1974.

A las 16.00, la talla de la Virgen del Pino salió del templo a bordo de su trono para agradecer las ofrendas que portan las carretas y un nutrido grupo de voluntarios las trasladaron hasta la sacristía para su distribución y reparto entre las distintas entidades benéficas a las que se entregan. Junto a la patrona se encontraba el obispo José Mazuelos, titular de la Diócesis de Canarias, y Cristóbal Déniz, obispo auxiliar.

Media hora antes -a las 15.30 horas- desde el Castañero Gordo en dirección a la basílica, comenzaba el acto con la llegada de los peregrinos, que esperaban con ganas el inicio de la Romería, un pasillo que han recorrido las 22 carretas que han tomado parte, una por cada municipio y la del Cabildo.

Tres años es lo que llevaban esperando los peregrinos por esta fiesta grande en Gan Canaria. «El baile, la fiesta, el chorizo y la promesa a la Virgen» es el pretexto más escuchado por los fieles este día que desde tempranas horas iniciaban la ruta hacia Teror.

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