El medio siglo perfecto del Almendro de Tenteniguada
Valsequillo no podrá celebrar por culpa del virus una fiesta que nació un 14 de febrero como hoy, pero de 1971. Sin embargo, la asociación juvenil La Parada del Rincón lo compensará con la elaboración de un documental conmemorativo.
Hoy se cumple el medio siglo perfecto de la primera fiesta del Almendro en Flor de Tentenguada. Un aniversario redondo puesto que fue, casulidades del destino, precisamente un 14 de febrero, también el segundo domingo del mes, pero de 1971, cuando un grupo de jóvenes pusieron en marcha una iniciativa que se ha convertido 50 años después en un evento ineludible no solo para todo el pueblo de Valsequillo, sino que también parte de la isla. Fueron los difuntos Armando Peñate y Damián Corujo, junto a Fernando Toscano, David Peñate y Constanza Martín, los protagonistas que, tomando el ejemplo iniciado en Tejeda un año antes, tomaron las riendas para dar forma la primera edición de una festividad que, tristemente, este año hace un alto en el camino por culpa del virus.
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José Aridane Peñate, el miembro de la asociación juvenil La Parada del Rincón, relata que todo comenzó con un pique sano. En este caso, entre Armando Peñate y la joven tejedense Maribel Armas, ambos colaboradores y columnistas de la sección 'Los Pueblos' del periódico Diario de las Palmas de aquel entonces. «Cuando el tenteniguadense se percató de los alardeos, elogios y vítores a los paisajes de almendreros florecidos que dieron pie a la primera fiesta del almendro en flor de Tejeda de 1970, no dudó en escribir para contestar, como buen defensor y conocedor de la tierra que lo vio nacer, que la verdadera explosión de color del almendro en flor en la isla era en Tenteniguada y por ende en Valsequillo, y no en Tejeda», recuerda.
Y para demostrarlo, que mejor escaparate que un evento similar al de Tejeda y que fueran los foráneos jueces de la amistosa disputa. Para celebrar aquella primera fiesta, los jóvenes tuvieron que ir a pedir permiso al alcalde de la época, Antonio Ortega. La cosa no fue fácil, pero tras conseguir los permisos todo fue sobre ruedas, porque si de algo puede presumir Tenteniguada es de lo participativa que es su gente. «Se trataba de mostrar al visitante el maravilloso paisaje de almendros en flor que desde Valsequillo hasta El Rincón adorna la naturaleza y de poner en énfasis las costumbres y tradiciones de nuestro pueblo», explica José Aridane.
De esta manera, se buscaron a los maestros artesanos para que expusieran las maravillas que hacían con sus manos. «Manolito con el telar, Mariquita Cabrera con los bordados, Antoñito Mayor y Miguel Navarro con los cestos de mimbre y caña, Teresita con el hilado de lana, Miguelito Santana con los arados, Antoñita Suárez, Eloisa y Angelita Peña con los sombreros de palma y centeno. En la calle principal Chanito Mayor, Antoñito Peñate y Ceferinito Peña llevaban los burritos para dar paseos a los niños», enumera el valsequillero. «En los ventorrillos improvisados de pitones de piteras y de palmas de palmeras Lolita Almenara, Dominguita y un ramillete de mujeres del pueblo preparaban comidas como potajes de jaramagos sobreteniques de piedras, se amasaba gofio y en las cantinas se servía alguna copita de ron. Los aperos de labranza, las traperas y objetos típicos y antiguos decoraban las fachadas de las casas. Las muchachas repartían ramilletes de retamas y almendras del lugar a los visitantes y la agrupación folclórica Los Picachos iban de un lugar a otro tocando y bailando para amenizar la festividad», amplía el también historiador.
Esta explosión de canariedad acabó con la entrega del primer almendro de plata, instituido por la Comisión Parroquial de San Juan Bautista y destinado al Plantel de Extensión Agraria de Tenteniguada por la labor realizada en pro del pueblo. La primera Fiesta del Almendro en flor de Tenteniguada fue un éxito y al año siguiente se celebró también en Las Vegas. Vista la creciente popularidad de la festividad se organizaría años más tarde en el casco de Valsequillo y en la Barrera, naciendo así posteriormente la Ruta del Almendro en Flor. Sin embargo, no hay que olvidar que la fiesta surgió en Tenteniguada, un día como hoy hace 50 años.
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Sin fiesta pero con homenaje.
La Asociación Juvenil La Parada del Rincón está realizando, dentro de las 'Jornadas Culturales Recordando Nuestro Pueblo', un documental etnográfico con motivo de los 50 años de la fiesta del Almendro en Flor de Tenteniguada. Bajo la dirección y guión del historiador José Aridane Peñate y del cámara Ángel Peñate, se han entrevistado a los fundadores presentes y a varias personas del pueblo relacionadas con la primera edición. La historia viva forma parte fundamental de este proyecto, junto a la recopilación de imágenes, fotos y documentos de la época. Anécdotas, recuerdos, momentos únicos, encuentros y vivencias enriquecen este documental que inmortalizará la esencia del origen de la fiesta del Almendro en Flor de Tenteniguada en su medio siglo de vida.
«La pandemia no permite la celebración de una nueva edición de este acto, pero no queríamos dejar pasar por alto esta fecha tan importante y singular para nuestro pueblo y conmemorar ese año 1971 recordando a todas las personas, colectivos e instituciones que hicieron posible esta festividad y que hoy día siguen adelante con ilusión. La fiesta del almendro en flor es una festividad popular, que nace del pueblo, y de ahí su maravilloso esplendor y su larga continuidad», sostiene Aridane Peñate. Con activistas vecinales como él, esta fiesta tiene asegurada su continuidad como mínimo otros 50 años más.
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