La UFP solicita que se dote de armeros a los policías nacionales
Quieren prevenir el alto número de suicidios registrado por agentes que usan su propia arma o la de algún compañero
Después de que el pasado 19 de abril fuera abatido tras un tiroteo en una gasolinera de Burgos, un policía nacional al que perseguían otros agentes tras robar un arma en la comisaría de A Coruña, la organización sindical Unión Federal de Policía (UFP) ha pedido que se dote de armeros a los Policías Nacionales para así frenar la «alarmante incidencia de casos de suicidios en la Policía Nacional y la utilización del arma reglamentaria como medio para acabar con la propia vida del funcionario», destacan en un comunicado.
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En el mismo, se hace referencia a este último suceso en el que el agente fallecido -que estuvo destinado en Maspalomas, «forzó varias taquillas hasta que encontró el arma de un compañero», un funcionario que llevaba más de un año de baja psicológica, lo que implica la retirada del arma.
En el Comité de Seguridad y Salud Laboral Policial, celebrado en septiembre en la Jefatura Superior de Policía de Canarias, la UFP expuso este problema haciendo referencia a un «desgraciado suceso acaecido ese mismo mes de septiembre en la Comisaría Local de Maspalomas» donde un agente de la Policía Nacional «decidió acabar con su vida con el arma reglamentaria de otro compañero después de forzar una de las taquillas del vestuario».
También, esta organización instó a los integrantes de ese comité a «trabajar sobre una propuesta a nivel regional-nacional para dotar de seguridad colectiva con el uso de armeros las dependencias policiales o cajas fuertes para la custodia particular de armas cortas de dotación de los agentes». Todo ello con el fin de evitar que «puedan ser sustraídas» durante el tiempo que permanecen en las taquillas, «exponiéndose además a la apertura de un expediente disciplinario».
La UFP, añade el comunicado, «se toma muy en serio la frágil exposición a las armas de fuego de dotación» de los agentes y pondrá «todos los medios a su alcance» para revertir una situación que «nos parece gravísima, tanto por los sucesos acaecidos, así como otros que desgraciadamente se darán, si se continúa con esta pasividad de la Dirección General de la Policía para evitarlo».
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