Parque Doramas: Un «referente turístico» en horas bajas

«Esto es el parque Doramas, es un referente turístico de la ciudad», apunta Rafael Bello, para argumentar su preocupación por «la falta de atención» que asegura aprecia, «de un año para acá», en un espacio que conoce muy bien, no en vano lleva dos décadas al frente de la gestión del quiosco que se encuentra en el mismo.

Asegura que la falta de «mantenimiento» se traduce en el deterioro de un entorno que asegura que atrae a locales y visitantes «por su tranquilidad» y porque antes presentaba un aspecto impecable.

A modo de ejemplo de la falta de cuidado que percibe en este rincón de la ciudad, señala la existencia de zonas «en las que la vegetación ha desaparecido o se ha secado», dando una imagen poco propia de un parque al que asegura acude mucha gente a diario, «sobre todo niños».

Se queja de que se ha reducido el personal que mantenía este espacio, «que trabaja bastante pero no son suficientes», dice respecto los operarios de Parques y Jardines que se ven en la zona. Además, considera que esos trabajadores «no cuentan con los medios adecuados» para su labor, «porque están anticuados».

Al respecto, el concesionario del quiosco del Doramas considera que «una hoja de palmera para barrer» no resulta el medio «más adecuado» para mantener el espacio. «Eso no es una herramienta para trabajar», expone.

Asimismo, indica que antes eran dos las personas con las que se contaban para realizar las tareas de barrido del parque, «una por la mañana y otra por la tarde, pero ahora solo hay una por la mañana».

Explica que en las proximidades del quiosco hay un árbol de grandes dimensiones cuyos frutos caen y dejan la zona en unas condiciones que requieren de agua para su limpieza, por eso dice que echa de menos la cuba que solía acudir. «Los que tienen que venir con la manguera a limpiar no vienen», critica.

También asegura que hay zonas muy descuidadas en las que es visible la presencia de basura y de restos de las obras que se acometieron para el paso de la MetroGuagua en la parte del parque que mira a la calle Emilio Ley. Señala que incluso tuvo que llamar al Ayuntamiento para que retiraran unos escombros que quedaron 'olvidados' durante «varios meses».

Rafael expone que su clientela le comenta que ha notado el paso atrás que ha dado un espacio «que vienen a visitar muchas de las personas que se alojan en el Santa Catalina, porque se lo recomiendan en el hotel», pero «también turistas que llegan incluso del sur, que vienen a ver el Museo Néstor y se lo encuentran cerrado».

Expone que esos visitantes son los mismos que al encontrar el espacio expositivo clausurado, «se acercan a ver el parque». Y lo hacen «por una calle en pésimo estado», dice en referencia al aspecto que presenta la calle Francisco González Díaz, donde la acera «suele estar sucia y la zona de barandilla está imposible» porque se encuentra llena de excrementos de palomas.

Rafael afirma que la presencia de palomas es un problema porque lo dejan todo perdido y también se queja de que en el parque «hay mucho gato».

Reconoce que todo esto que expone públicamente se lo ha comunicado previamente al Ayuntamiento sin que haya logrado respuesta algunas. «Llamas a Parque y Jardines y te dicen que tienes que hablar con Limpieza. Se pasan la pelota unos a otros», lamenta.

Señala que lo único que reclama «es un mejor mantenimiento para una maravilla de parque», que «era un orgullo para cualquier canario», pues «es tranquilo y está súper vigilado», pero en el que «la limpieza deja mucho que desear».

Temas

• Servicios de limpieza
• Parques
• Las Palmas de Gran Canaria
• Ayuntamientos
• Servicios públicos