Los desvíos en Belén María no comenzarán hasta que acabe la obra en Juan Manuel Durán
Un acto protocolario repleto de autoridades políticas da por iniciados los trabajos en la rotonda que regula la salida del Puerto
El soterramiento de la rotonda de Belén María ya se despliega en el istmo de Las Palmas de Gran Canaria con el acto simbólico que, repleto de autoridades, ha servido para la fotografía política de la primera piedra y la explicación técnica de un proyecto que tendrá una duración de 29 meses y que costará algo más de 25 millones de euros.
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La primera conclusión de esta obra es que los desvíos de tráfico, que obligarán a tirar muros y convivir con otros trabajos en la zona para mantener siempre los tres carriles de circulación, es que no comenzarán, al menos, hasta finales de agosto. Así lo confirmó Pablo Rodríguez, consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, al anunciar que estos no se producirán hasta que no concluya la obra que se está realizando en la calle Juan Manuel Durán, a la que el Ayuntamiento ha concedido como plazo previsto la última semana del próximo mes.
Este es un proyecto mastodóntico que pretende agilizar la circulación en uno de los puntos de circulación más complejos de toda la isla. Allí se conecta la salida del Puerto de La Luz, la del polígono industrial de El Sebadal y, por supuesto, uno de los accesos al barrio de La Isleta. Eso conlleva una obra ambiciosa que pretende mandar por un carril bajo el asfalto a una gran parte del vehículo. Bernardo Domínguez, director del proyecto, habla de una reducción de la congestión en un 35% cuando los trabajos hayan finalizado.
Uno de los asuntos que más preocupan a las casi 30.000 personas que cada día utilizan esa rotonda es cómo se va poder acceder a los núcleos de trabajo y residenciales durante las distintas fases en las que se llevará a cabo la renovación del espacio. «Se va a empezar con la instalación de casetas de obra o maquinaria. También arrancan los traslados de desvíos de redes de alta o media tensión y algunos derribos. El resto de desvíos provisionales se van a acompasar con otras obras existentes en la ciudad», señaló el responsable de Obras Públicas del Ejecutivo regional.
El propio Rodríguez, repasando la explicación técnica del director de la obra, resumió de qué forma se van conformar esos desvíos provisionales. «Se van a mantener los tres carriles ganando terreno provisional a la Autoridad Portuaria. Hoy hay un muro que va a dejar de existir y se ganará espacio para ir rodando los carriles hacia el interior del Puerto y hacia el exterior de la rotonda en otros casos. Por suerte es una superficie colmatada que nos va a permitir compatibilizar la ejecución del soterramiento con la ejecución de los carriles provisionales», expuso.
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El paso soterrado por Belén María será de un solo carril por cada sentido de circulación, y contará bajo tierra con arcenes y aceras anchas. Es la primera fase del proyecto que espera aligerar el tráfico de Las Palmas de Gran Canaria en uno de sus espacios más complejos desde hace décadas, un proyecto que genera muchas incógnitas.
El nudo de Torre Las Palmas
Según explica, a su vez, el Gobierno este es un proyecto que tendrá continuidad con la operación en Torres Las Palmas, actualmente en fase de licitación. El Ejecutivo lanza en un comunicado que la Dirección General de Infraestructura Viaria ha firmado el contrato para la redacción del proyecto de construcción del soterramiento de la Avenida Marítima y la mejora de los enlaces de Belén María y Torre Las Palmas. Esta segunda fase incluye la construcción de un tercer carril de entrada al túnel de Julio Luengo, para abordar los problemas de congestión en el enlace, que afecta a la bifurcación del tráfico hacia la GC-2 y la GC-1.La solución propuesta implica la construcción del tercer carril en la calle Leopoldo Matos, lo que requiere la eliminación de ciertos movimientos de acceso desde el enlace hacia esta vía y la de Manuel González Martín, reorganizando así los flujos de tráfico en las áreas adyacentes.
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El faro y la placa de Belén María
Las obras de soterramiento en la rotonda de la salida de Belén María tendrán dos víctimas provisionales: el faro que históricamente ha ejercido de ornamento y la placa que recuerda a Belén María, la hija de un estibador fallecida el 25 de julio de 1980 en un atropello que se produjo durante una manifestación del gremio de trabajadores portuarios que reclamaban mejoras laborales.
Según explicaron durante la presentación del proyecto estos elementos serán retirados de su emplazamiento en fechas próximas y serán repuestos a la conclusión de los trabajos. Fuentes del Gobierno de Canarias, responsable de la ejecución de las obras, exponen que se mantendrán conversaciones con los estibadores para decidir de qué manera y en qué ubicación se podría preservar de mejor manera estos elementos de tanta significación emocional para la comunidad portuaria.
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El de Belén María Sánchez Ojeda es un nombre imborrable para la clase trabajadora de Las Palmas de Gran Canaria. Con solo 16 años había acompañado a sus padres a la plaza de Manuel Becerra para una movilización que acabó en tragedia. Durante las cargas policiales, y en medio de una gran confusión, fue arrollada por un vehículo que la arrastró 60 metros.
Con un nombre convertido en símbolo, desde el Gobierno aseguran que los iconos que le honran en la entrada a la ciudad desde el mar serán custodiados con el mayor mimo posible para restituirlos y que sigan presidiendo la zona portuaria.
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El acto arrancó con una explicación técnica de la obra a cargo del director, Bernardo Domínguez y seguidamente las intervenciones del consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad, Pablo Rodríguez; el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana; el presidente del Cabildo, Antonio Morales; la a alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo.
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