Operación Daltones: a juicio la red de narcos que introdujo 157 kilos de coca en Lanzarote

Una banda de 17 personas dedicadas presuntamente al tráfico de drogas será juzgada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas, bajo la acusación de haber organizado el transporte a Lanzarote de un cargamento de 157,33 kilos de cocaína, valorados en el mercado negro en una cantidad de 5,67 millones de euros. Entre los procesados en esta conocida como Operación Daltones, se encuentra un empresario del ocio nocturno y otro del mundo del surf.

Por estos hechos, la Fiscalía Antidroga pide penas que van desde los seis años de prisión para siete acusados, a los ocho años y medio para tres más y trece y tres meses para los siete presuntos narcos restantes. Además, la acusación pública interesa multas que, en total, suman más de 455 millones de euros a pagar por estos 17 encausados.

El juicio comenzará el lunes 17 y se prolongará hasta el viernes 21 debido a la importante cantidad de acusados y testigos que constan en esta causa.

Según el Ministerio Fiscal, la causa se inició gracias a una serie de investigaciones desarrolladas entre los meses de diciembre de 2016 y abril de 2017, llevadas a cabo por el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO), dependiente de la UCO de la Policía Judicial de la Comandancia de Las Palmas.

Estos agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un grupo de personas dedicada a la introducción y posterior distribución en Lanzarote de cocaína, para obtener con ella «un importante beneficio económico», detalla la acusación.

Así, los procesados se organizaron con «otras personas cuya identidad no ha podido determinarse», para planificar «el transporte marítimo de cocaína desde América del Sur, posiblemente Venezuela», con destino a la isla de los volcanes, mediante el uso de «una embarcación dispuesta a tal efecto».

Los investigadores determinan que a la cabeza de esta estructura, «dirigiendo e impartiendo órdenes», se encontraba Emilio A.A., quién desde Lanzarote se encargó de planificar las «operaciones de adquisición de la sustancia estupefaciente, así como de organizar su transporte y final distribución en la isla». Este acusado contó «con el apoyo de una persona frente a la que no se ha podido dirigir la acusación por encontrarse en situación de busca y captura internacional. Se trata de Jairo F.L.B.

Para llevar a cabo esta operación, contaban con la «asistencia destacada y colaboración directa» de los también procesados Rogelio Ronald A.B. y Ronald A.G., padre e hijo, quienes auxiliaban al referido Emilio A.A.» esencialmente las labores de recogida y envío de dinero», destaca el fiscal.

Emilio A.A. organizó la entrada en Lanzarote, en concreto en el puerto de La Marina de Arrecife el 27 de noviembre de 2016 del velero llamado Esparavan, cuyo capitán y propietario era el también procesado Juan Diego B.T. A bordo de esta embarcación había un cargamento de, al menos, 157,33 kilogramos de cocaína con una pureza del 74,16%, que fueron incautados por los agentes de la Guardia Civil el 3 de abril de 2017 en la discoteca Living, situada en la Explanada del Biosfera de la capital lanzaroteña, propiedad del acusado Pablo Francisco C.L.

Tras la introducción de la droga en Lanzarote, la labor operativa policial evidenció tres estructuras bastante diferenciadas.

De un lado, Jesús A.L., alias el Viejo -dueño de una tienda de surf en Soo-, Valentín G.R., alias el Bajito y Daniel S.H., fueron los presuntos «adquirentes inmediatos de la droga» y con la «ayuda e intermediación» de Emilio A.A. debían de abonar a Juan Diego B.T. los honorarios «por el transporte de la sustancia estupefaciente» a Lanzarote para, posteriormente, distribuirla por el resto de las Islas Canarias.

Además y con el objetivo de auxiliar a Juan Diego B.T., que llegaba a la isla procedente de Sevilla, debían de trasladar el dinero que le iban proporcionando el Viejo, el Bajito, Daniel S.H. y Emilio A.A. El procesado Juan Diego B.T. se valió de «varios familiares y amigos» que eran «conocedores perfectamente de la procedencia ilícita del dinero», para viajar hasta Gran Canaria o Lanzarote con la misión de «sacar el dinero de las islas. En esta operación de 'desaparición' del efectivo recaudado participaron también Francisco T.V., Francisco T.L., Iván T.V., Alonso Manuel F.V., Cristian M.T., Roberto C.T. y Alejandro N.P.

Finalmente, la sustancia estupefaciente que arribó a Lanzarote en el velero, tras diversas negociaciones entre varios de los procesados, fue comprada por Pablo Francisco C.L., alias el Jefe del Gordo, un conocido «empresario dedicado al ocio nocturno en la isla», operación para la que fue «esencial la intermediación» de su presunto lugarteniente Juan Jesús F.M., alias el Gordo.

La transacción de los 157,330 kilos de cocaína con una pureza del 74,16% se realizó en un garaje situado en la calle Manolo Millares, de Arrecife, donde introdujeron seis cajas con la droga a las 22.12 del 2 de abril de 2017.

Esta operación la llevó a cabo el conocido como Jefe del Gordo, junto con Cristian Paul V.G. en un vehículo Jeep Grand Cherokee. Recogieron el cargamento de droga dentro del aparcamiento y luego ambos procesados lo abandonaron y se trasladaron a la próxima discoteca Living.

Los agentes encargados de la investigación, al confirmar la transacción del cargamento de cocaína, realizaron una entrada y registro el día 3 autorizada judicialmente en la discoteca de la explanada del Recinto Ferial, en las inmediaciones de la sede del Cabildo. En esa operación incautaron las seis cajas con los 157,330 kilos de cocaína.

Al ser analizada, la droga fue tasada por los investigadores de la UCO en 5.672.218 euros.

La Fiscalía solicita tres tipos de penas para los 17 acusados, a quienes los diferencia entre los responsables de la introducción de la coca en Lanzarote, sus supuestos compradores y los que presuntamente ayudaron al capitán del velero a sacar el dinero de Canarias.

A la primera tanda de siete acusados, Emilio A.A., Rogelio R.A.B., Ronald A.G., Jesús A.L., Valentín G.R., Daniel S.H. y Juan Diego B.T., el Ministerio Público les pide para cada uno una pena de 13 años y tres meses de cárcel y multas de 45,3 millones de euros.

Al presunto comprador de la cocaína en Lanzarote, a su lugarteniente y también quien se encargó de la transacción de la sustancia, la Fiscalía solicita ocho años y medio de prisión y el pago de multas de 22,7 millones de euros cada uno.

Por último, a los siete acusados de colaborar con el capitán del velero para llevarse el dinero del transporte de la mercancía, la acusación interesa una pena de seis años de cárcel y multas de cinco millones de euros.

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