El Chupa tenía el móvil pinchado dentro de una operación antidroga

La jefa del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en Las Palmas de Gran Canaria que se encargó de la investigación, detalló que el teléfono de Francisco Iván alias el Chupa estaba siendo intervenido en época de los hechos porque se le investigaba por un asunto de drogas. Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), consideraban que, presuntamente, el acusado de acabar con la vida de Lionel Carrillo formaba parte de una banda que fue posteriormente detenida, juzgada y condenada por la Audiencia Provincial de Las Palmas, por desembarcar 1.365 kilos de hachís en el muelle de San Cristóbal el 26 de enero del año 2018.

En concreto, se trata de 26 personas que fueron sorprendidas la madrugada del 26 de enero de 2018, cuando se disponían a recuperar el hachís que se encontraba en una embarcación que provenía del Reino de Marruecos, de donde había partido hacía unas horas, y atracó en una rampa del muelle pesquero de San Cristóbal.

Todos los detenidos en esta operación llevada a cabo por la Udyco y el Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, habían accedido a realizar la descarga de la droga a cambio de una remuneración no determinada por los investigadores.

La sustancia aprehendida en el muelle pesquero de San Cristóbal arrojó un peso bruto de 1.532 kg. y un peso neto de 1.365,97 kg. y, después de analizada, los datos arrojaron un valor de venta en el mercado ilegal de 2.467.465 millones de euros.

Por estos hechos, los 26 acusados en este macroprocedimiento judicial fueron condenados en una sentencia de conformidad dictada por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas a penas que fueron desde los cinco años hasta un año para los que menos, y multas de hasta seis millones de euros.

Presuntamente, el Chupa formaba parte de esa trama delictiva y por eso los investigadores de la Udyco habían pinchado su teléfono móvil. La sorpresa para ellos llegó el día del homicidio cuando en una de las escuchas, a los ocho minutos de suceder el crimen, oyeron decir al procesado «le reventé con el 45», una frase que, a juicio de la jefa del Grupo de Homicidios, se la dice a alguien que estaba ayudándole a darse a la fuga dentro de un coche en el que se oía también a otra persona hablando.

Por la investigación de los hechos y el contenido de este audio, la inspectora dedujo que el procesado huyó con la ayuda de un cómplice y descartó que fuera en taxi, como aseguró el Chupa en su declaración, porque ningún taxista corroboró posteriormente que hiciera esos desplazamientos, primero a San Cristóbal y luego al Tablero de Maspalomas.

El procedimiento continuará hoy con la declaración de más de una decena de testigos en un juicio que se prolongará durante toda la semana.

En cuanto al papel de supuesto encubridor de Marcelino T.H, contra el que el fiscal no formula cargos, solo las acusaciones particulares, indicó la agente que la señal de su móvil figuraba esa tarde junto a la del acusado, y que en la cámara del túnel de La Laja aparecía un vehículo de color azul, compatible con el suyo, que iba a gran velocidad en dirección sur. La Policía cree que la enemistad de Lionel con el Chupa se debía al altercado que protagonizó en agosto en la casa de citas que regentaba una tía del fallecido.