Llamamiento del Barrio Atlántico: «Lo que cuenta es la seguridad, los vecinos corren riesgo»
Los residentes solicitan al Gobierno de Canarias que les ayude con la rehabilitación de los edificios tras varios desprendimientos de pretiles
Para levantarse hay que caerse antes. En el Barrio Atlántico de Las Palmas de Gran Canaria los vecinos han comenzado a ponerse en pie para exigir al Gobierno de Canarias y al resto de las instituciones que les ayuden en mejorar los edificios en los que viven con un plan de rehabilitación similar al que se ha ejecutado en la Vega de San José. La movilización se inicia tras la caída de varios tramos de pretiles y cornisas sobre la vía pública.
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Unas 230 personas de los grupos de las 242 viviendas, las 210 y el Mirador del Atlántico -que popularmente es conocido como Lomo El Chinche- se dieron cita en la noche de este jueves para que todas las instituciones escuhen su petición. «Hace cuatro meses se produjo un desprendimiento del grupo de las 210 vivienda», expuso el presidente de la asociación de vecinos La Ballena-Barrio Atlántico, Miguel Pérez, «si en ese momento pasa una persona por ahí tenemos que lamentar un fallecimiento porque la cornisa que se cayó era enorme».
La reunión, que se celebró en el centro cívico de La Ballena de Las Palmas de Gran Canaria, discurrió con las sucesivas intervenciones de los vecinos y vecinas afectados por esta situación. «Lo que consta es la seguridad de todos porque aquí corremos riesgo», expuso una de ellas, quien recordó que desde mayo de 2008 el Gobierno de Canarias se había comprometido a hacerse cargo de la rehabilitación de los edificios.
«Todas las viviendas están abandonadas, da igual quién gobierne», apostilló otro asistente con unas palabras que reflejaban el descrédito y el hartazgo ciudadano respecto a las instituciones.
Este hastío crece a medida que la vida acumula años en las calles del Barrio Atlántico de Las Palmas de Gran Canaria. Un vecino que lleva ya 55 años en la zona detalló que «en los últimos diez años esto se ha dejado de la mano de Dios». Por eso, propuso remitir un escrito al Gobierno de Canarias y darle un plazo de treinta días al consejero de Vivienda, Pablo Rodríguez, para que responda. «Y si no lo hace, nos manifestamos y cortamos el tráfico», propuso.
El presidente de la asociación de vecinos también puso sobre la mesa la necesidad de rehabilitar los garajes que tienen algunos edificios y que no están habilitados para uso porque no cumplen con las condiciones de seguridad. «Tenemos más de 800 plazas condenadas», detalló Miguel Pérez, «esto obliga a que, cada noche, los coches duerman sobre pasos de peatones, isletas o aceras, o que muchos se tengan que ir a Siete Palmas a aparcar».
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Algunas voces presentes en centro cívico alertaron de los problemas que esto genera para las personas con movilidad reducida.
En la reunión participó el concejal de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, David Suárez, quien se comprometió a hacer llegar al Gobierno de Canarias las peticiones de los asistentes.
Los vecinos también trasladarán al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria otras carencias que detectan en el barrio como la falta de limpieza, la ausencia de policías o los problemas de seguridad y salubridad que generan algunas palmeras y árboles plantados en los patios interiores de los edificios y que no se pueden podar por las dificultades de algunas comunidades para afrontar su coste.
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