Corte de la carretera por la caída de una rama, este viernes. Policía Local

Un informe de Parques y Jardines recomendaba talar el árbol bonito de San Juan por su mal estado

El Ayuntamiento corta el ejemplar de higuera australiana que tenía más de cien años y cuya copa tenía un diámetro de unos 27 metros

Javier Darriba

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 9 de mayo 2023, 02:00

El Ayuntamiento ha dado orden de talar el árbol bonito de San Juan, una impresionante higuera australiana (Ficus macrophylla) que en la noche del viernes se desplomó sobre la antigua carretera del Centro sin que hubiera que lamentar desgracias personales.

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Desde hace una semana, el Consistorio dispone de un informe, elaborado por técnicos de Parques y Jardines, que recomendaba su tala. Sin embargo, como explicó la concejala de Servicios Públicos del Consistorio capitalino, Inmaculada Medina, siempre se intenta mantener en pie lo máximo posible cualquier ejemplar arbóreo.

«Teníamos un informe la semana pasada de la recomendación de proceder a su tala, pero intentamos que ningún árbol se tenga que talar, a no ser que sea por necesidad y porque corra peligro la ciudadanía», expuso la edila a través de una nota de voz remitida a este periódico, «estamos de enhorabuena porque las ramas del árbol bonito se cayeron por la noche».

Los operarios de Zonas Verdes procedían este lunes al terciado de las tres ramas de grandes dimensiones que tenía el árbol para poder trasladarlo. Luego se culminará la operación de talado para afectar en lo menos posible el tránsito de vehículos por esta zona de la ciudad.

Medina explicó que el ejemplar de higuera australiana -que durante años se pensó que era un laurel de indias- presentaba grandes oquedades en su interior, algunas de las cuales fueron rellenadas en su momento con cemento. La edila aseguró que estos huecos mostraban signos de una infección que pudo haber sido la causante del desplome.

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«Desde el año 1989 o 1990 se venía viendo que el árbol estaba sufriendo por la antigüedad que tenía», prosiguió la concejala, «como cualquier vivo, nace, crece, se desarrolla y muere, pero se han hecho todos los trabajos preventivos desde entonces». E insistió en que «hay árboles que mueren, no por falta de mantenimiento, sino por su antigüedad, y porque van sufriendo inclemencias diversas que hacen que enferme y termine muriendo».

Así era el árbol bonito de San Juan

  • Centenario. Las primeras fotos que demuestran su existencia se remontan a 1895, según la información de que dispone el Cabildo de Gran Canaria.

  • Altura. Este ejemplar de higuera australiana alcanzaba los 16 metros de altura y su copa tenía un diámetro de 27 metros.

  • Tres ramas. El tronco tenía, en su parte más amplia, un diámetro de 2,9 metros. Desde ahí salían tres grandes ramas que se proyectaban hacia la carretera y el colegio San Juan Bosco, que lleva su nombre.

En el inventario de Patrimonio Etnográfico del Cabildo de Gran Canaria (ficha 9.850) respecto al árbol bonito de San Juan se hacía constar la observación de que «en la actualidad, el árbol está doblado pues la casa contigua le ha impedido un crecimiento simétrico» y «la acera y el asfalto de la carretera le comprimen la base del tronco y las raíces».

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El accidente de 1933

En la ficha de los árboles singulares del Cabildo de Gran Canaria se hace referencia a que el árbol presentaba daños en el tronco como consecuencia de los accidentes de tráfico que se han producido allí.

«Uno de estos episodios se remonta al martes 13 de enero de 1933 cuando una camioneta conducida por el hijo del gerente de los coches de hora de Melián y Compañía que camino de Las Palmas, debido a su excesiva velocidad, impactó contra una guagua de dicha misma empresa, que había salido con 18 viajeros de su parada de la calle Juan de Quesada con dirección a Tara Alta, falleciendo desgraciadamente el cobrador y provocando heridas a otras seis personas».

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En la referida ficha de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria se explica que este árbol se plantó junto a otro que cayó el 25 de junio de 1952, tras la celebración de las fiestas fundacionales de la ciudad.

Y se recuerda que, bajo su sombra, existía un lavadero a comienzos del siglo pasado. «Es un referente para la memoria de generaciones, y en tiempos pasados sombreaba a las lavanderas en la cercana acequia», completaba la referencia de los árboles singulares de Gran Canaria.

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Dejar el tronco, como recuerdo

Inmaculada Medina indicó que se va a barajar la posibilidad de dejar una parte del tronco en el lugar. «Si al ir quitando el tronco se ve que se puede dejar una parte del mismo como símbolo de lo que ha supuesto este árbol, se deja», expuso, «pero solo si la base del árbol permite dejar una parte del mismo».

La concejala insistió en que «por capricho o gusto no se tala ningún árbol» y defendió que todas las podas se realizan en base a una programación específica que tiene como objetivo el mantenimiento de las zonas verdes.

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Así, lanzó el mensaje de que hay que «seguir aumentando la masa arbórea, teniendo en cuenta que aquí ha habido una época en que se ha plantado de todo en cualquier lugar. Eso no se puede hacer. Somos conscientes de que hay que plantar en cada zona lo que es acorde a ella y se pueda dar bien, sin molestar a los ciudadanos ni dañando viviendas».

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