Guanarteme acude a la Fiscalía para que investigue el desvío del barranco de La Ballena

Integrantes de la plataforma vecinal Guanarteme se Mueve y del Pacto Vecinal -entidad a la que pertenece y que aglutina a más de una veintena de organizaciones ciudadanas de Las Palmas de Gran Canaria- presentaron en la mañana de este viernes un escrito ante la Fiscalía para solicitar que investigue la modificación del cauce del barranco de La Ballena a su paso por el barrio capitalino.

«Ya en septiembre del año pasado, aunque por suerte la tormenta Hermine no llegó a aterrizar en Canarias, ya se produjeron inundaciones en el cauce del barranco porque, durante los sucesivos años, se han ido haciendo obras que han ido mermándolo», explicaba Sara Suárez, portavoz de Guanarteme se Mueve, minutos antes de proceder a registrar en la Ciudad de la Justicia el referido escrito.

«Y ahora tenemos otra construcción, que nosotros le llamamos el muro», dice la representante vecinal sobre el nuevo residencial Las Américas, «y por ese solar transcurre el curso del barranco, y tememos que nos ahoguen todavía más y un día tengamos que salir nadando».

Añade que esas variaciones del cauce han corrido a cargo de «medios privados y nos sabemos cuáles son los proyectos, si ha habido estudios del caudal, porque está claro que los caudales que se están haciendo son insuficientes porque son cada vez más pequeños para aprovechar el resto de terreno en construcción». Algo que temen que se traduzca en nuevas inundaciones. «Ya el año pasado las hubo y hay muchas casas que tienen moho en los sótanos» y «grietas», señala.

Por todo esto, apunta, «queremos que tome cartas las Fiscalía para que investigue cómo se hicieron esos tres tramos de canalizaciones irreales que se han hecho y que cada vez son más estrechas. Pues el cauce natural, de 9 metros, se eliminó y se están dejando cauces de cuatro o dos metros».

Así, los vecinos informan en su escrito a la Fiscalía de que «en el curso de los tres últimos años, en el barrio de Guanarteme, en el tramo comprendido entre la plaza de América y las calles Vergara y Castillejos, se han llevado a cabo obras de desvío del cauce del barranco de La Ballena, con modificación de su curso natural, cuyo resultado representa actualmente un grave peligro para las propiedades y las personas cuyas viviendas se encuentran en las proximidades de la zona intervenida, sin que los vecinos afectados tengan constancia de quiénes decidieron y autorizaron tales obras, qué institución las decidió, aprobó, adjudicó y supervisó; qué técnicos y a la orden de quiénes y pagados por quiénes realizaron los proyectos necesarios para ello; si esos proyectos disponían de las licencias o autorizaciones preceptivas previas, máxime al tratarse de la intervención en un barranco, y al amparo de qué normativa se llevaron a efecto tales obras».

Además, recogen que «estas obras generaron desde el primer minuto un gran impacto ciudadano y sobre la vida de los vecinos, pues provocaron el cierre de varias calles durante meses, todo esto con anterioridad a la construcción de un edificio privado en el mismo área donde fue modificado el cauce del barranco, que es obviamente de dominio público».

Y que «los daños que desde el primer día han soportado los vecinos se han prolongado con posterioridad» y «cuyo relato queremos trasladar a la Fiscalía, por si alguno de los hechos acaecidos pudiera haberse realizado al margen de la legalidad vigente o con grave y total desprecio de la misma».

Además, solicitan que «realice cuantas investigaciones considere oportunas sobre estas actuaciones, al entender que se pueden haber producido graves irregularidades antes, durante y después de estas actuaciones de modificación del cauce del barranco de La Ballena».

También exponen el problema de las «inundaciones y filtraciones» registradas en las casas del barrio y ruegan que «investigue el transcurso temporal de los hechos de las obras ya ocurridas» y «si hubo concurso público para la obra pública de canalización del barranco».

Asimismo, expresan su temor de que «nuestras casas se puedan desplomar porque podrían ya estar dañadas y podamos morir enterrados en ellas».

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