Un Gordo con suspense en la calle Tenerife
Vendieron un décimo y creen que debe ser «alguien de aquí»
Mercedes Ramírez está al frente de Los dos patitos desde 2013 pero lleva 40 años trabajando en la administración que abrió su padre como titular en 1982, en la calle Tenerife.
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La misma en la que en este viernes aguardaba nerviosa junto a su marido, Enrique Jiménez, la confirmación de la delegación provincial de Loterías de que había vendido el 88.008, Gordo de 2023 y el más tardío de la historia del sorteo.
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Una ratificación que no llegó hasta pasada las 13.30 horas tras vivir una auténtica montaña rusa de emociones.
«Este es el Gordo más amargo», dice Mercedes Ramírez mientras aguarda la llegada del cartel que confirma el premio.
Asegura que han vendido un décimo y que tiene que ser alguien de aquí« porque la gente de fuera prefiere llevarse el billete físico y de estos hace tres días que no les quedan.
«Porque pedí el VAR», bromea Enrique Jiménez antes de seguir atendiendo a un teléfono que no ha dejado de sonar desde que salieron sobre las 12.15 horas en la página de Loterías como uno de los puntos de venta del Gordo.
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