El fiscal pide que el doctor Roldán vaya a prisión a pesar de su disculpa: «Lo lamento profundamente»
Tribunales ·
Se celebra el juicio contra el médico acusado de abusar de 26 pacientes | Reconoció los hechos y pagó las indemnizaciones a las víctimas de abuso sexual | Las acusaciones rebajan la petición de pena, pero no para evitar la cárcel
El doctor Lázaro Roldán, acusado de haber abusado sexualmente de 26 pacientes cuando ejercía en el centro de salud de Canalejas, reconoció este martes los hechos y abonó con carácter previo a la celebración del juicio 121.250 euros en concepto del total de las indemnizaciones que debe de pagar a cada una de las víctimas. «Lo lamento profundamente», declaró en el juicio que quedó visto para sentencia.
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A pesar de esta circunstancia calificada jurídicamente como reparación de daño, el fiscal Luis Estévez pidió que el acusado entrara en prisión puesto que, a la hora de rebajar las cuantías de las condenas interesadas en cada uno de los delitos, en los que pedía inicialmente dos años de cárcel lo bajó a uno, pero en los que interesaba tres, dejó la petición a dos años y un día, por lo que entraría en prisión si la sentencia se alinea con su planteamiento.
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Inicialmente, el Ministerio público interesaba en su escrito de acusación 62 años de cárcel y ahora con la rebaja, la suma total de las penas solicitadas por los 13 delitos de abuso y 13 continuados ascendería a 36 años y 10 días. De todos modos, a la hora de que entre o no en prisión se aplicaría el criterio de la individualización de la pena, es decir, si la máxima condena por delito suma o no más de dos años.
Por su parte, la defensa ejercida por la letrada María Rosa Díaz Bertrana solicitó no solo que el Tribunal de la Sección Sexta tuviera en consideración la atenuante de reparación del daño, sino otras dos que son las de alteración psíquica y la analógica de confesión tardía. Argumentó la letrada que había aportado informes psicológicos del doctor Roldán firmados por cuatro profesionales que acreditaban que en el momento de la comisión de los hechos tenía afectadas sus capacidades volitivas, es decir, no día controlar sus actos.
La letrada explicó que ninguna de las partes ha discutido el dictamen médico que aportó a la causa, «nadie los impugnó», dijo, al tiempo que incidió en que a lo largo de su dilatada carrera profesional, su defendido «nunca tuvo incidencias» hasta que se le presentó este problema. De esta forma, consideró que su cliente debía de ser condenado en los delitos por los que se enfrentaba a tres años, a uno y en los que se le pedía dos años, a seis meses. En este sentido, hizo hincapié en que cuando sucedieron los hechos el Código Penal permitía que el daño causado se repusiera con una pena de multa.
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Los cuatro letrados que actuaban en calidad de acusación particular aceptaron la atenuante por el pago de la indemnización que reclamaban y dos de estas rebajaron las penas que solicitaban de tres años de prisión a dos años y un día de cárcel, como el fiscal, y las otras a dos años.
Los hechos
Según las acusaciones, el 'modus operandi' habitual que utilizaba era siempre el mismo. Las mismas acudían a su consulta y el acusado las convencía para darles un masaje o quitarles la ropa para examinarlas, aunque sus dolencias no tuvieran relación alguna con estas prácticas totalmente alejadas de las habituales en un médico de familia.
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En la mayoría de las ocasiones, se colocaba de pie detrás de las pacientes y, mientras simulaba que les estaba haciendo un masaje, aprovechaba para frotar su pene erecto contra el cuerpo de las víctimas. En otros casos, las mismas describieron como llegó a cogerles de las manos para también frotar sus genitales.
En diversos testimonios describen algunas afectadas que el acusado llegó a desabrocharles el sujetador, a otras le tocó los pechos, la vagina y el trasero por fuera de la ropa.
Ya fue condenado en firme por otros hechos similares
Hay que recordar que Roldán ya fue condenado a 18 meses de prisión por el Juzgado de lo Penal número 4 de Las Palmas de Gran Canaria por haber atacado sexualmente a otra paciente en su consulta del centro de salud de Canalejas. Esta sentencia fue declarada firme por el Tribunal Supremo. El doctor, en horas de la mañana del 5 de agosto de 2016 y «actuando con evidente ánimo lascivo», sostuvo la sentencia, aprovechó que una paciente acudió a su consulta para ponerse detrás de ella «con la excusa de que creía que necesitaba un masaje». A continuación, «agarrándole los hombros», los movió de forma circular «hasta lograr colocar los brazos de la paciente de forma que las manos le frotaran su pene».
Este hecho, según el fallo, «lo hizo agarrando los brazos» de la víctima de «forma firme, lo que impidió que pudiera zafarse de este hecho».
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