La familia de Yéremi Vargas pide al juzgado la reapertura del caso y la recusación del juez
tribunales ·
El abogado Marcos García Montes presenta un escrito aportando nuevas pruebas y líneas de investigación que, a su parecer, son de relevanciaLa familia de Yéremi Vargas, el menor desaparecido el 10 de marzo de 2007 en Vecindario, ha presentado un escrito al Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana en el que solicita la reapertura del caso aportando nuevas pruebas y líneas de investigación. Además, esta parte pide la recusación del magistrado Juan Manuel Hermo Costoya, que fue quien llevó la instrucción del procedimiento en su fase final y decretó su sobreseimiento en un auto que fue ratificado posteriormente por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas.
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Aunque este hecho lo anunció el nuevo abogado de la familia Marcos García Montes en una rueda de prensa realizada en el mes de julio del pasado año, no ha sido hasta ahora cuando han podido presentar este extenso documento en el juzgado de instrucción sureño, debido a la enorme dificultad que han tenido para conseguir las presuntas pruebas y nuevas líneas de investigación que han propuesto para motivar la solicitud de reapertura del procedimiento.
MÁS DATOS
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Mediático El letrado Marcos García Montes, es un viejo conocido de la pequeña pantalla. Sus apariciones en televisión fueron constantes cuando llevaba casos como los de José María Ruiz-Mateos en el caso Rumasa o el de Rocío Wanninkhof, joven que fue asesinada.
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Crítico García Montes calificó como «coherente, rigurosa, intangible y seria» la investigación de la UCO y criticó que el juez «no valoró bien ese trabajo y que su labor judicial no fue acorde al derecho».
De la misma forma, el letrado ha interesado la recusación del magistrado Juan Manuel Hermo Costoya, que fue quien llevó la instrucción del caso en su recta final, al entender que no atendió -según esta parte- a determinadas líneas de investigación necesarias para acreditar una serie de indicios que señalaban a Antonio Ojeda, alias 'el Rubio' -el principal sospechoso- y dictó un auto de archivo «injusto, a sabiendas», como así lo calificó el propio García Montes.
Según el escrito presentado ante el Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana, el letrado -que fue apoyado por un equipo de criminólogos- coincide con la línea de investigación apuntada por la Unidad Central Operativa (UCO) que determinaba que 'el Rubio' era el presunto asesino de Yéremi Vargas.
Para esta parte, el investigado tenía «móvil, ocasión y beneficio» para acabar con la vida del menor guiado por los mismos deseos sexuales que años más tarde le llevaron a agredir sexualmente a otro niño en el barrio de El Doctoral en unos hechos por los que fue condenado a cinco años de cárcel que ya cumplió.
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Según sostiene el letrado en su escrito, hay unas conversaciones del 'Rubio' con compañeros de celda cuando cumplía condena que no se investigaron lo suficiente, en las que el sospechoso sostenía que el niño estaba «muerto», sugiriendo, además, que su cadáver había sido destruido quemándolo. Una tesis compatible con lo que declaró un testigo que afirmó haber visto a Ojeda conduciendo en dirección contraria un coche como el que se investigó en su momento en una zona cercana a donde desapareció Yéremi el mismo día de los hechos.
Hay que recordar que el caso de Yéremi Vargas está archivado desde el 25 de octubre de 2017 en un ato dictado por el juez instructor -el sexto que llevó la causa- aunque fue recurrido ante la Audiencia Provincial de Las Palmas. La Sección Primera ratificó el archivo, el 13 de marzo de 2018, con el magistrado Miguel Ángel Parramón como ponente. Ahora será el propio Juan Manuel Hermo Costoya el que tendrá que resolver estas cuestiones cuando se incorpore al juzgado a su regreso de las vacaciones.
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Las declaraciones de varios presos que estuvieron con Ojeda 'el Rubio' son la clave para esta parte
En este procedimiento, el juez instructor Juan Manuel Hermo Costoya –titular por aquel entonces del Juzgado de Primera Instancia número 2 de San Bartolomé de Tirajana–, decidió archivar el caso por falta de pruebas, una circunstancia que supuso un mazazo tanto para los familiares de Yéremi, como para los investigadores de la UCO de la Guardia Civil.
Los agentes siguieron la pista de más de 600 llamadas, investigaron a 195 pederastas e interrogaron a decenas de testigos durante 12 años desde que el menor desapareció cuando jugaba en un solar contiguo a la casa donde vivía en Los Llanos.
El testigo más importante en el momento de la desaparición fue un niño de 12 años que vio un coche blanco con la pegatina de una palmera en su maletero, aunque en primera instancia dijo que era un Opel cuando realmente se trataba de un Renault 5, un dato esencial ya que los investigadores destinaron un tiempo vital en una pista errónea. Otros situaron al 'Rubio' en el lugar de la desaparición y, según la acusación particular, no «hay otro sospechoso» y «nunca se llegó a buscar en un vertedero cercano».
En el escrito se hace referencia –entre otras cuestiones– a la presunta confesión que realizó 'el Rubio' en dos ocasiones a excompañeros de celda en las prisiones de Málaga y Algeciras. Estas personas declararon a la Guardia Civil que Ojeda les había dado detalles de Yéremi que solo podía conocer al haber tenido contacto con el niño. Según la madre del niño, Ithaisa Suárez, «en uno de los casos, 'el Rubio' le contó al preso que Yéremi se puso de color azul y esto solo lo sabíamos los familiares cercanos porque el niño tenía un problema respiratorio relacionado con su nacimiento prematuro y un enfermedad relacionada con problemas respiratorios, incluso comiendo se quedaba azul a veces. Al segundo preso le dijo que 'se me fue de las manos', en referencia al niño.
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